La literatura como centro de inspiración (reseña literaria)

"Toda mi originalidad consiste en dar vida, de una manera humana, a seres inverosímiles y hacerlos vivir según las leyes de lo verosímil, poniendo, dentro de lo posible, la lógica de lo visible al servicio de lo invisible". La primera vez que vi una obra de Odilon Redon quedé impresionado por su fantasía, plasmada a través de una iconografía poética de lo corriente derivada en extravagante y mística.
Sus dibujos, litografías y grabados, en un enigmático blanco y negro, no pueden encerrarse en ninguna corriente conocida, por más que muchos hayan querido decir de él que fue un pintor postimpresionista, o que estuvo dentro de la corriente del simbolismo, o precursor del surrealismo. Odilon Redon fue Odilon Redon, punto.
Admirador de Edgar Allan Poe, amigo de Baudelaire, Arman Clavaud e incluso Charles Darwin, nunca buscó la fama. De hecho, sus carboncillos permanecieron durante largo tiempo en el anonimato. No obstante, su colección de dibujos poseen tal fuerza expresiva, tanta imaginación, que difícilmente podrían quedar relegadas en el olvido. Algunas de ellas tuve ocasión de verlas en persona en la gran retrospectiva que la Fundación Mapfre le dedicó a principios de este año 2012. Imagínense si me entusiasmaron que al ver que se había editado el libro Baudelaire, Poe, Mallarmé, Flaubert. Interpretados por Odilon Redon, no pude contenerme y me hice con él.
Esta maravilla, publicada por Ediciones La Central, cuenta con una selección de dibujos y escritos de Alexandra Strauss, quien nos acerca a la figura del artista francés de un modo exquisito. "Redon destaca en expresar mediante el dibujo el espíritu de un texto", dice Strauss. Cierto es. Gran aficionado a los libros, la literatura siempre fue el centro de su inspiración. "Sus amigos le describían trabajando rodeado de libros por el suelo, sobre la mesa o sobre las sillas", podemos leer.
Este pequeño cuaderno de arte recoge algunos de los dibujos que Redon realizó para "ilustrar" varios libros de Baudelaire, así como otros trabajos que fueron imaginados en su mente portentosa a través de las lecturas de sus autores favoritos. Creo, sinceramente, que esta es una pequeñita joya, pues disfrutar de la literatura de esos grandes escritores y los grabados de un artista inclasificable no es algo con lo que uno pueda encontrarse cada día.

Comentarios

Diego ha dicho que…
¡Qué grande! La portada es E. A. Poe visto por Redon, si no recuerdo mal. Venga, a ver si me lo regalo para estas fiestas.

Entradas populares