La música ante todo (artículo de prensa)

"De la musique avant toute chose...”, “La música ante todo”, se leía en el primer verso del poema Art poétique de Paul Verlaine. Y en cierto modo, así es. O al menos, eso creo yo. Sin la música, el ser humano vería mermada su capacidad de expresión. No podría. Desde que tengo uso de razón --y de esto puede que no tenga que remontarme mucho en el tiempo-- la música ha sido uno de los pilares fundamentales de mi existencia. La tradición familiar, debo decir, tiene gran culpa de que esto sea así. Siempre hay algún disco sonando en mi casa. No es mera coincidencia, pues, que la necesidad que tengo de escuchar alguna melodía sea tan importante. Y la culpa, además de mi familia, la tienen cómo no, los compositores. Ellos, extraordinarios maestros del ritmo, la composición y el sonido, fueron visionarios en su época. Son, haciendo un paralelismo con un pensamiento ‘sartriano’, guías que nos dirigen hacia la libertad, y por lo tanto hacia la superación de la realidad que nos rodea.
La música siempre ha servido al ser humano como medio para evadirse, viajar, llorar, amar... Cientos y cientos de composiciones se han llevado a cabo desde que el ser humano surca los mares y camina por las tierras de este mundo. La mayoría de ellas, aún están por descubrir. Otras, sin embargo, han sido conservadas o recuperadas, por la cercanía del tiempo. Un trabajo que resulta tremendamente difícil.
El siglo XX fue, sin duda alguna, el periodo en el que algunos de los actuales intérpretes de mayor prestigio, como Nikolas Harnoncourt o Jordi Savall --por poner dos ejemplos--, quisieron recuperar la esencia de las músicas antiguas y barrocas. Es por ello que dedicaron gran parte de su tiempo a la investigación.


El sello francés Naïve ha logrado crear una serie de investigaciones de excelente calidad.

Y gracias a esas horas invertidas, hoy día, podemos disfrutar de algunas de las grabaciones más espectaculares que existen. Savall, al que pude entrevistar, creó la Fundació Centre Internacional de Música Antiga (CIM) para recuperar aquellas canciones de la época renacentista y medieval de nuestra historia. Su discografía es, en la actualidad, una de las más completas. De Harnoncourt podríamos decir lo mismo. Mención especial para el sello francés Naïve, que por causas del destino, encontró recientemente un gran número de partituras de Vivaldi que, hasta la fecha, eran totalmente desconocidas, y que ahora publican cada cierto tiempo con algunos de los ‘ensembles’ más reconocidos en el mundo como el Concerto Italiano, de Rinaldo Alessandrini; Il Giardino Armonico; Europa Galante, bajo la dirección del violinista Fabio Biondi --que visitó el pasado año el Auditori de Castellón en un concierto magistral--; y muchos otros más.
Sin otro particular, me despido ya, pecando como siempre hago, de algunas confesiones sobre gustos particulares que siempre me alegra compartir con ustedes. No dejen de consumir cultura. Lo recomiendan los médicos de las artes.

Comentarios

Entradas populares