De padres y niños, de miedos y fantasías (reseña literaria)

Hay, en los últimos dos años, un intenso debate sobre la calidad y producción de la literatura en castellano/español. ¿Quiénes son los autores a seguir? ¿Qué obras son dignas de mención? Existe un sector muy amplio que fija su mirada atenta al otro lado del Atlántico, en esa América del realismo mágico. Y no es de extrañar, pues sin querer menospreciar a nadie, reconozco que la literatura actual procedente de lugares como Argentina, Colombia, Guatemala o México, por citar algunos países, resulta extraordinaria, sugestiva y atractiva. La argentina Samanta Schweblin es, dentro de esa especie de nueva ola de autores latinoamericanos, una de sus alumnas más aventajadas.

La fusión de un estilo muy directo, fruto de la narrativa breve anglosajona, con un contenido de tintes ligeramente fantásticos, provoca que Schweblin haya creado una narrativa peculiar en la que lo cotidiano, nuestro día a día, parezca algo inusual, hasta cierto punto extraño, algo superlativo. Los relatos de Pájaros en la boca o Siete casas vacías (Páginas de Espuma) dan buena fe de ello, y en Distancia de rescate (Literatura Random House) la autora deja claro que domina como pocos el tono, las voces de sus personajes, el ritmo.

La que podría considerarse como su primera novela, pues sus anteriores libros han sido de relatos, deja al lector con una importante sensación de desasosiego. Schweblin ofrece la historia de una madre sobreprotectora de su hija, una madre que crea una especie de hilo de Ariadna imaginado para que su retoño siempre sepa dónde está, una línea que marca la distancia necesaria para actuar en caso de un rescate. La argentina, como siempre ha confesado, escribe basándose en los sentimientos y emociones que desea contagiar o contaminar en el lector, y en este caso es el miedo a una pérdida, el miedo de toda madre a no estar a la altura de lo esperado, el miedo a lo que nos es incierto. Y todo ello con tintes parapsicológicos, lo cual eleva más si cabe la sensación de extrañeza y alarma, de alucinación.

Samanta Schweblin escribe sobre las relaciones paterno-filiales, los silencios y quebrantos. Todo en este texto hace desconfiar al lector. ¿Qué es lo verdadero y qué no? ¿Qué peligros nos acechan? ¿Somos inmunes a nuestro propio fracaso? ¿Existe el alma? ¿Y si existe, puede ésta escindirse? ¿Estamos a salvo? Insisto, las voces, el compás, el lenguaje… Todo es insólito, todo es necesario.