Pequeños y fantasiosos relatos (retablos) ‘andinos’ (reseña)

De un tiempo a esta parte han ido apareciendo una serie de escritoras latinoamericanas que han hecho de la ciencia ficción y de la literatura de terror su territorio personal. Autoras que han roto con lo establecido, que han sabido ahondar en el lado más oscuro del ser y en lo más fantástico de nuestra imaginación, conquistando a lectores y crítica con una serie de historias –la gran mayoría ha optado por el relato corto curiosamente– que se sitúan en los límites y fronteras de lo real.

Liliana Colanzi siempre se ha sentido atraída por los lugares extraños a los que el cuento puede llevarla, así como por esas fisuras de lo real que le permiten ir a otros espacios u otros márgenes de eso que llegamos a identificar como «vida». Sólo así se explica su narrativa breve, y más concretamente la que uno lee en Ustedes brillan en lo oscuro (Páginas de Espuma), obra ganadora del último Premio Internacional Ribera del Duero.

Son seis los relatos que conforman este libro en el que uno puede intuir las inquietudes de Colanzi con respecto a la literatura, a su función y posibilidades. Hay espacio para situarnos en una atmósfera post-apocalíptica, para establecer un diálogo con diferentes elementos anacrónicos, para mirar más allá de lo que tenemos ante nosotros... Digamos que utiliza una doble lente, microscópica y telescópica, con el objetivo de llegar a donde, quizá, no se pueda llegar de otra manera que no sea escribiendo, imaginando. Desde esa biodiversidad microorgánica a cuestiones que atañen a la identidad o la fe, pasando por lo que consideramos marginal.

Colanzi cree que escribe pequeños retablos andinos, aquellos en los que nada es lo que parece y donde todo es posible, la mezcla de lo fantástico y «marciano» con lo místico y religioso. Ciertamente, lo que uno encuentra en Ustedes brillan en lo oscuro es esa simbiosis un tanto extraña, en ocasiones divertida, y siempre sugestiva. Son apenas seis relatos, condensados, abigarrados, pero que abren las puertas de un vasto mundo de contradicciones y de preguntas, un mundo de posibles. Originales son los espacios que presenta la autora boliviana, como originales son también sus planteamientos o estructuras, como lo demuestra a través de la inserción en algunos relatos de ciertos dibujos y rótulos como apoyo visual de la propia historia, rompiendo así el ritmo normal de lectura, provocando una nueva mirada sobre el texto y sobre aquello que nos está contando.

Destacaría de entre todos los relatos uno que, precisamente, no formaba parte del manuscrito original que se presentó al Premio Ribera del Duero y que es, además, el más breve: «Los ojos más verdes». En apenas cinco páginas, Colanzi es capaz de generar una sensación tan perturbadora como hipnótica, invocando a ese pequeño demonio que todos llevamos dentro: la insatisfacción o el descontento con uno mismo, lo cual nos puede llevar a veces a situaciones peligrosas.

Interesantes relatos en los que existe una oscuridad sucinta. Imaginativos, no hay duda. Una buena lectura.

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