Las pelis de mi vida: "El Guateque"

Cuando veo este filme y, sobre todo, el principio, me viene a la mente la palabra Perseverancia. El Guateque o The Party, comienza con una parodia de la película Gunga Din de George Stevens, a la que Blake Edwards parece que tenía gran cariño, y que desemboca en las desventuras de un afamado actor hindú que en Hollywood solo consiguió trabajar como extra. El magnífico Peter Sellers (no creo que pudiera ser otro) encarna a este personaje, Hrundi V. Bakshi, un patoso que por accidente destroza el decorado de la película en la que interviene. Motivo suficiente para ser despedido (estos productores de Hollywood no tienen sentido de la decencia). No obstante, Bakshi recibe por error una invitación del productor del filme para acudir a una fiesta que celebrará en su casa. En la fiesta, los acontecimientos se precipitan, incluyendo una invasión de espuma, un elefante bebé, un camarero alcohólico (posiblemente el mejor de toda la película y al que hubiera dado cien oscars de la Academia), un pollo volador, una trouppe de músicos rusos y un periquito y su alimento, "Pajarito Num Num". En definitiva, el absurdo y el descontrol. Ingredientes necesarios en mi vida. Destacar también al gran Henry Mancini, que se encarga de la banda sonora. Y no os abandono sin decir que, como es obvio, mi familia tiene la culpa de que sea una de mis pelis favoritas.


Comentarios

Esta película supera la barrera de la predisposición. A veces acudímos al cine para ver un trabajo de un director o de un actor favorito del que sabemos nos hará reir o nos hará llorar, nuestro cerebro está por lo tanto preparado a estimular los musculos adecuados para reaccionar debidamente a nuestras expectativas. Pudiendo ser que la película no sea tan buena como suponemos. Desvirtuamos la realidad. Sin embargo a "El Guateque" no le hace falta ninguna predisposición, te ríes y punto. Cuando ví "El Guateque" por primera vez, (han sido muchas desde entonces), no sabía nada sobre el argumento o sobre los actores. En los primeros segundos creía que era una película histórica más que trataba sobre el imperio británico en la India, en los siguientes, a raíz de la segunda ráfaga de trompeta y de balazos, me quedé perplejo para más tarde, al contemplar que los cipayos rebeldes dirigían sus esfuerzos sobre aquel trompetista "inmortal" no pare de reir hasta que salieron los créditos finales. Recuerdo además que...pñiao...pñiao...que aquel día...pñiao...pñiao...ratatatatatata...osea que estaba yo TUTTUTUTUTTUTUTUTU....rarartatatatata...TUTUTUTUTUTUTUTUTUTUTUT...TU...TU...tuuuuuuuuuuuuu....
bombis y borombis ha dicho que…
Otra coincidencia.
Leyendo hacia atrás observo con estupor que al igual que tu maleta, la mía está llenita de referencias paternas. Mi padre fue el artífice de que llegara a Vangelis y que llegara a "El guateque" y a Peter Sellers. De ambos no me he deshecho nunca más.
Esta película todavía hoy es un referente en las sobremesas familiares con su famosa escena primera persistente que nos hace brotar lágrimas de la risa sólo con nombrar.
Creo que a partir de ella, lo absurdo se instaló en mí. Ahí está también.
Eric GC ha dicho que…
Y cuán feliz nos hace el absurdo!!!

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