Tin Man

Soy un hombre de hojalata, como el del Mago de Oz. Un hombre de hojalata que no siente. Un hombre de hojalata que no ama. Un hombre de hojalata que no rie. Un hombre de hojalata que no mantiene contacto alguno con la gente que le rodea. Un hombre de hojalata que no sabe quién es. Dudas, dudas y más dudas. Es lo único que tiene. Plateado cuando quiere ser negro o blanco o amarillo o verde o azul o rojo... De metal cuando quiere ser de carne y hueso. ¿Qué ha hecho para ser un Tin Man? ¿Por qué nadie le contesta? ¿Por qué? No encuentra respuestas porque nadie quiere dárselas. Es un simple hombre de hojalata sin sentimientos. Sueña cada noche, cada día, en el momento en que todo cambie, en el que se convierta en un ser humano. Pero ese día dista demasiado lejos todavía. El hombre de hojalata vive inmerso en un sin vivir. No puede hacer nada al respecto, porque tiene la odiosa seguridad de que todo seguirá igual. Lleva una lata de aceite por corazón, no se puede engañar más. Pide hasta el último suspiro que le queda, que crean en él. Sólo eso podrá ayudarle.
Y de regalo os dejo el siguiente vídeo de America
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