La obsesión de tentar a la suerte, haciendo trampas (reseña)

De una novela gráfica, o cómic, cualquier lector espera satisfacer dos dimensiones: la visual y la narrativa. Cada vez el lector es más ambicioso, y por tanto, la obra debe serlo para atraer la mirada de ese lector y, a continuación, mantener su atención. No es una tarea fácil de realizar, pero si se consigue, si el producto final logra sumar ambos intereses, podemos encontrarnos con verdaderas joyas que son arte y son literatura.

Podría mencionar ahora algunos títulos clave, como Maus, de Art Spiegelman, o Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, o citar a autores que despiertan mi interés, como Richard McGuire, Adrian Tomine, Tom Gauld, el castellonense Pep Domingo —más conocido como ‘Nadar’—, Joe Matt... A ese listado, que siempre crece, le sumo ahora el nombre de Javi de Castro, joven leonés que firma la obra Larson, el hombre con más suerte del mundo (Modernito Books), un libro que, de entrada, me atrae por su dibujo pulcro, un blanco y negro elegante, y unas líneas trazadas con sutileza.

De Castro demuestra que domina la técnica, ofreciéndonos un relato visual que engancha, precisamente, por el atractivo de sus formas. Así pues, podemos asegurar que satisface una de las dos dimensiones necesarias para afirmar que esta es una buena novela gráfica. Veamos, pues, su contenido. ¿De qué trata esta obra? ¿Qué historia nos cuenta? El autor, nombrado autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona en 2016, narra el ascenso y declive de Michael Larson, personaje real que dejó atónito a la sociedad norteamericana de mediados de la década de los 80 tras ganar más de 120.000 dólares en el célebre concurso de la CBS, Press your luck

Lo extraño de esta historia no fue que Larson ganara tal cifra, aún siendo teóricamente imposible, ya que en aquella época, según el documental original de la CBS, y como norma, ningún concurso televisivo otorgaba jamás —y hay un énfasis muy fuerte en ese jamás— más de 40.000 dólares al día. Lo extraño fue la historia que se escondía detrás y que Javi de Castro ilustra con gracia, es decir, la historia de un hombre que se obsesionó con ese concurso y que estudió hasta la locura todos los algoritmos posibles para «derrotar» al sistema de esa máquina que te podía conceder la gloria y más tarde dejarte sin un mísero dólar.

Michael Larson, un vendedor ambulante de helados en su tiempo libro, memorizó todos y cada uno de los movimientos para jugar un total de 40 rondas seguidas y convertirse, así, en el «hombre con más suerte del mundo». De Castro nos muestra a un hombre cegado por ese afán de tentar a la suerte, de creerse capaz de vencerla, de ser «el más listo de la clase», nos mantiene en vilo, nos adentra en ese «misterio» que presenta de un modo cinematográfico y con un triste final, pues Larson acabó perdiendo gran parte de su dinero, empecinado en repetir la misma jugada en otros concursos y, finalmente, perseguido por el FBI por robo. 

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