Breves relatos de una vida de desarraigo y dudas (reseña literaria)

Hasta la fecha, aun no había leído nada de Agota Kristof. Para ser mi primer acercamiento, este libro, La analfabeta (Alpha Decay), compuesto a base de retazos, como notas o ejercicios de escritura, me ha dejado con ganas de mucho más. Sus reflexiones sobre el lenguaje materno, el aprendizaje de otra lengua (y la dificultad para ello), la propia escritura y ese sentimiento de exilio, me han emocionado.
Hay que comprender, o al menos intentarlo, el periodo convulso que le tocó vivir a la autora de origen húngaro. Con apenas veinte años, huyó de su país en busca de una vida, a priori, mejor. La revolución estudiantil contra el gobierno de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas desde la Unión Soviética --cuestionaban el estilo de gobierno estalinista-- duró poco tiempo pero la desestabilización que provocó fue inmensa. La intervención de las tropas soviéticas, con su peculiar represión, hizo mella. Aproximadamente, y según las cifras que manejan los manuales de historia, 200.000 húngaros huyeron del país, unos 26.000 fueron sometidos a juicio en el gobierno de János Kádár y, de ellos, 13.000 fueron encarcelados.
Agota Kristof fue una de las personas que decidió abandonar su tierra. Con una hija recién nacida y su marido, emprendió un viaje que la llevaría a Suiza, previo paso por Austria.
En La analfabeta, recopilación de escritos breves, Kristof realiza una especie de recorrido por sus años de infancia, aquellos días en los que pasaba los días leyendo. También recuerda su adolescencia de internado, su distanciamiento del seno familiar y, finalmente, el periplo que hubo de protagonizar para "salvarse". Cada uno de los textos destilan nostalgia, son retazos de una vida de gran carga emocional, con un sentimiento de ausencia, de recuerdos profundos pero narrados con una sencillez que asombra. Agota Kristof se desnuda ante el lector compartiendo sus miedos y sus dudas, sus rupturas y recriminaciones, su desarraigo.
La capacidad para plasmar sobre el papel tal complejidad (de hechos y vivencias), resulta apabullante. Son relatos duros, sin duda, incisivos, críticos. Son relatos que merecen ser leídos y que no precisan de artificios para convencer al lector. Agota Kristof es, sencillamente, sincera. 

Comentarios

¡Bravo! ¡Lea "Claus y Lucas'! ¡Léalo!
Ana Blasfuemia ha dicho que…
Me encantó este libro. Lo leí en otra edición (no sabía que Alpha Decay lo había sacado...). Lo elegí para acercarme a Kristof (tengo más suyos pendientes en casa) y me deslumbró su forma de contar, tan personal, tan concisa y contundente. Una joyita.

Un abrazo
Eric GC ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, Ana. Mi próximo paso será ese 'Claus y Lucas'.

Entradas populares