Breves ensayos sobre los sinsentidos del mundo moderno (reseña)

Todo ser humano se ha formulado en algún momento de su vida la siguiente pregunta: «¿Qué sentido tiene?». Negar esta acción, es decir, el formularse tal cuestión que creo es fundamental, sería negar la propia condición humana, pues siempre hemos sido, somos y seremos, seres inquietos por naturaleza en busca de un consuelo, de un significado. Hacemos preguntas, constantemente, y dedicamos nuestro tiempo a intentar responderlas con mayor o menor fortuna. 

Cuando leí Salvar las apariencias. Un estudio sobre la idolatría (Atalanta), de Owen Barfield, encontré a un autor complejo pero fascinante, a un pensador nato.  Han pasado ya cuatro años de su publicación y mi lectura, pero en cierto sentido mantengo vivas algunas de las reflexiones que me suscitó esa teoría que Barfield planteaba sobre la naturaleza misma del ser humano, de su necesidad por crear ídolos, imágenes que expliquen aquello que no tiene explicación. Es por ello que, cuando el sello de Jacobo Siruela e Inka Martí decidió editar un nuevo compendio de ensayos breves del británico, sentí la necesidad de reencontrarme con su pensamiento. Y así ha sido.

El arpa y la cámara, publicado originalmente en 2013 por la Owen Barfield Literary Estate bajo el título The Rediscovery of Meaning, and Other Essays, ofrece nuevas vías para conocer mejor la filosofía de este autor referente para escritores de la talla de T. S. Eliot o Saul Bellow. En este libro, hallamos seis textos o conferencias que impartió en su día: «El redescubrimiento del sentido»; «El arpa y la cámara»; «Sueño, mito y doble visión filosófica», «Materia, imaginación y espíritu»; «Ciencia y cualidad», y «El significado de la palabra ‘literal’». Ya en el primer de ellos, nos topamos con una pregunta que, a mi parecer, resulta clave no sólo para entender sus propósitos, si no para dilucidar el estado espiritual y anímico en el que nos encontramos hoy día. En 1977, fecha en la que están escritos la mayoría de esos pequeños ensayos o reflexiones, Barfield ya anunciaba que, «entre todos los signos amenazantes que nos rodean a mediados del siglo XX, tal vez lo que genera mayor desasosiego en las personas reflexivas sea la creciente y difundida sensación de ausencia de sentido». Ciertamente, vivimos desde hace ya muchos años en una era de incertidumbre y desconfianza, de apatía extrema. Es por ello que llega a preguntarse «cómo se explica que cuanto más capaz es el hombre de manipular el mundo a su beneficio, menos sentido puede percibir de él». Somos paradoja y contradicción, Barfield bien lo sabía, y desde su filosofía cristiana y antroposofía —la misma que defendiera Rudolf Steiner— intenta hallar una explicación a todo ello mediante sus preocupaciones más conocidas, esto es, la investigación de la poesía, del mundo de lo imaginario, de los símbolos y la mitología...

Owen Barfield vuelve a centrarse en cómo ha evolucionado la consciencia, en la reformulación de los conceptos a través del lenguaje y en los sueños para abordar los sinsentidos del mundo moderno, y a mí me sigue asombrando.