Escritos de juventud (5): "Castañas torradas para desayunar"

Hola queridos y amados lectores (los dos o tres que lo hacéis). Quisiera compartir, una vez más, uno de aquellos escritos estúpidos que antaño me parecieron una vía de escape bastante notoria, a la par que interesante, y porqué no decirlo, graciosa, de este nuestro universo desanimado. Lo escribí sin intención, algo que por aquél entonces era muy usual en mi ya de por si defectuosa literatura. Sin embargo, haciendo una pequeña reflexión y análisis, me río. Así, como uno de mis mayores logros a los que aspirar en esta vida es ese, el reír, comparto con vosotros mis inútiles palabras. Espero que, aquellos que lo leáis (ahora creo que ya solo queda uno de los que empezaron el concurso), mantengáis por breves instantes una sonrisa dibujada en el rostro, o al menos, no escupir. La pantalla hay que limpiarla luego. Gracias.

"La solitaria vida de nuestro protagonista se encamina hacia la autodestrucción más horrible e inútil, que nadie jamás hubiera imaginado. Willie quiere ser escritor. ¿Pero qué cojones estás pensando? ¡Serás idiota! Le dicen sus amigos. Sus enemigos ni le conocen. ¡Qué triste!
La vida no sabes lo que te depara hasta que decides ganarte la vida escribiendo. Menuda tontería lo de escribir, no os parece?; a quién se le ocurre?.
Expresarte con el más bello y delicado lenguaje; embriagar a los lectores con las palabras; transportarlos a donde la imaginación les lleve; seducirles; compartir pensamientos y sentimientos... ¡Será tonto el tío! Willie, no te lo quería decir, pero eres un fracasado. La vida de escritor no te va, es indigna para cualquier persona normal. ¡Debes seguir tu carrera de Economía y Derecho, chaval! Eso te sacará las castañas del fuego.
Pero Willie se envalentona y contesta a todo el que le subyuga: ¡Quiero torrármelas!"

P. D.: De regalo os dejo este videoclip. El día que lo ví cambió mi vida. Attenti al lupo!