El ojo del siglo XX (artículo de prensa)

Fotógrafo independiente, apasionado de la pintura y el dibujo, maestro de la imagen. Henri Cartier-Bresson fue un artista único, cuyo objetivo ha logrado conmover a miles de personas en todo el mundo. “Fotografiar es una manera de vivir. Es poner la cabeza, el ojo y el corazon sobre un mismo eje”, dijo el francés. En sus instantáneas podemos ver un desfile de personajes que nos conmueve y logra que, por un momento, nos detengamos para reflexionar sobre la cotidianeidad, algo que para muchos resulta aburrido y/o sin importancia pero que esconde tras de sí una gran belleza.
“El goce de mirar, la sensibilidad, la sensualidad,la imaginacion, todo lo que llega al corazon se junta en el visor de mi camara. Ese goce existira siempre para mi”, declaró Cartier-Bresson. En el particular mundo que el francés nos ha brindado, a través de sus fotografías, tenemos la sensación de poder controlar el tiempo. Su legado fotográfico, reflejo de la intuición y de la espontaneidad --que siempre trató de plasmar el propio autor--, resulta enigmático. Y lo mejor de todo es que cada uno es libre de interpretar las imágenes como más le guste. El propio Henri Cartier-Bresson señala esta característica de su obra: “No tengo la intención de dar una interpretación de mis fotografías, de atribuirles un sentido particular, un sentido historico. Este tipo de información no me interesa”.
Henri Cartier-Bresson fue para muchos “el ojo de un siglo”. Desde principios de los años treinta, el fotógrafo exploró con lucidez a los grandes movimientos artísticos, políticos y sociales de nuestro mundo. Henri nos ofrece el retrato de un artista que siempre escogió el anonimato en la acción para captar mejor el instante.