Genio y sensibilidad: el mito de Pergolesi

Giovanni Battista Pergolesi

Personaje de culto, idealizado por sus contemporáneos. Su música creó una imagen simbólica que tuvo una resonancia mundial en la década de los 30 del siglo XVIII. La espontaneidad, claridad y naturalidad caracterizan a la perfección a Giovanni Battista Pergolesi.
“Pergolesi nació, y la verdad fue revelada”, dijo Modeste Gretry, compositor liejano posterior al italiano y del que tuvo una gran influencia, al igual que otros autores posteriores que vieron en el creador de la ‘Serva padrona’ --ópera bufa que fue la primera representada después de un terremoto en Nápoles, que había provocado el cierre de los teatros, y celebraba el cumpleaños de la emperatriz Habsburgo-- toda una fuente de inspiración.
Pergolesi tuvo, pese a su corta experiencia vital --murió a los 26 años--, un don único que le hizo acreedor de la etiqueta de artista sensible, creador de una vertiente prerromántica que lo convertiría en leyenda. Genial e infeliz, el artista fue perseguido durante un tiempo por algunos críticos, ya que mientras estuvo en París, en 1725, comenzó la llamada ‘Guerra de los bufones’ entre verdaderos pilares de la ópera seria francesa como Jean-Baptiste Lully y Jean-Philippe Rameau y partidarios de la nueva ópera cómica italiana. Pergolesi fue considerado como modelo del estilo italiano durante esta controversia, que dividió a la comunidad musical de la capital de francesa durante dos años.
trayectoria
Además de componer la ‘Serva padrona’, entre sus obras operísticas se encuentran también ‘La conversión y muerte de San Guillermo’ (1731), ‘El fraile enamorado’ (1732) --considerada su ópera más importante--, ‘L’Olimpiade’ (1735) e ‘Il Flaminio’ (1735). Todas ellas estrenadas en Nápoles, salvo ‘L’Olimpiade’ que tuvo su presentación en Roma.
Pergolesi también escribió música sacra, incluyendo una ‘Misa en Fa’, aunque su obra de este estilo más conocida es, sin duda, su ‘Stabat Mater’, para soprano, contralto y orquesta. Destacar que esta pieza fue elegida como reemplazo de la escrita por Alessandro Scarlatti para las representaciones de Viernes Santo en Nápoles. La obra se convirtió en la más editada e impresa del siglo XVIII, y arreglada o adaptada por un gran número de otros compositores, incluyendo a Johann Sebastian Bach, que la usó como base de su Salmo ‘Tilge, Höchster, meine Sünden’, BWV 1083.
Su genialidad fue en alguna ocasión un problema a pesar de la fama que alcanzó en toda Europa durante su vida. El estilo “pergolesiano” creó una importante escuela de seguidores, algo que algunos aprovecharon para falsear composiciones imitando al maestro. Estas falsas atribuciones denostaron la figura de Pergolesi, destrozaron el mito. Hoy día los musicólogos han devuelto el esplendor y prestigio que se merece este compositor.

Comentarios

Entradas populares