Mirada privilegiada, certera, estimulante (reseña literaria)

"Un libro abierto no puede callar ninguna evidencia", escribe Valeria Luiselli en uno de los diez ensayos que comprende Papeles falsos (Sexto Piso). No puedo ocultar la fascinación que siento por la escritura de la autora mexicana. Todo me interesa, desde la primera letra hasta un simple punto y coma. En una jerga propia de la calle bastaría con decir que "Luiselli me mola", es así. Creo que posee una voz narrativa persuasiva, repleta de sentimientos que afloran con sutileza. Al mismo tiempo, logra contagiar sus inquietudes intelectuales, las haces tuyas una vez las lees, y todo ello con una aparente sencillez que demuestra una madurez inusitada. 

En este su primer libro, Luiselli lleva de viaje al lector por Venecia y las calles de México DF, habla de Joseph Brodsky y la isla de San Michele, el histórico cementerio veneciano, del placer de pasear en bicicleta, de la ‘saudade’ brasileña, de los idiomas y el lenguaje... Todo aquí son pequeñas confesiones y preocupaciones, intimidades que la escritora decide compartir con el mundo mediante pequeños pero sugerentes detalles, conexiones que cobran un sentido especial en su mente y que nos hacen reflexionar: "...y cada palabra produce un silencio más allá del cual no puede haber ningún sonido".

De entre todos los ensayos, particularmente me quedo con esa exploración del lenguaje que realiza: "...lo cierto es que el proceso de adquirir un primer idioma es tan involuntario como lo es la afasia o el tartamudismo. Más que una reminiscencia del paraíso, aprender un idioma es un primer destierro, exilio involuntario y mudo hacia el interior de esa nada en el corazón de todo lo que nombramos". Pese a su juventud, cuando uno lee estas consideraciones cree estar ante una persona culta, alguien cuyo intelecto precisa de constantes estímulos para saciar su curiosidad. Creo que Luiselli goza del privilegiado don de la creatividad suprema, de una mirada que entremezcla lo melancólico con una riqueza espiritual extraordinaria. La sensación que uno obtiene cuando lee cada frase o expresión, cada párrafo, es que domina el universo evocador de la literatura. Imágenes precisas, tiernas y conmovedoras, apuntes y revelaciones que nunca están fuera de lugar. 

Como confesaba al principio, me interesa todo de esta narradora y compañera de ilusiones, mujer preocupada y figura que creo firmemente está llamada a ser una de las grandes escritoras de nuestro tiempo. Lean a Valeria Luiselli, hagan el favor.