El declive, resurgir y final trágico de una celebridad (reseña literaria)

A muchos quizá pueda parecerles extraño destacar un libro que apareció en 2010. No obstante, aprovechando que hace apenas un par de meses se estrenó en los cines de toda España La sombra del actor, no está de más recuperar la obra en la que se basó la cinta de Barry Levinson, que no es otra que La humillación (Literatura Random House), de Philip Roth. 

Salvando las distancias propias de cualquier adaptación cinematográfica --casi siempre el libro suele ser mejor que la película por una razón muy sencilla como es que la trama se desarrolla con un tempo y matiz determinado--, chirría un poco el hecho de que sea Al Pacino el encargado de dar vida a Simon Axler. Y no digo esto porque el genio de la interpretación no sea capaz de encarnar ese papel, ni mucho menos. No obstante, el protagonista de esta historia, en el libro, es descrito como un hombre corpulento, un grandullón. Y sin querer menospreciar al bueno de Pacino, todo el mundo sabe que su estatura es más bien corta, aunque quizá poco importe.

En esta novela, Roth indaga en algunos de sus fantasmas preferidos, como son la vejez, la sexualidad, la soledad, la moral... Y lo hace a través de un célebre actor teatral, una estrella de los escenarios de Broadway que, ya sexagenario, parece perder toda su fuerza, su magia, sintiéndose incapaz de interpretar a ningún otro personaje por miedo a hacer el ridículo.

Esa inseguridad lo sume en una profunda crisis existencial que, unida a sus fracasadas relaciones con las mujeres, finalmente le obligan a internarse en un centro psiquiátrico durante 26 días, presa del pánico además de alguna que otra tendencia suicida. Axler cree que su vida ya no vale nada, se ve perdido, arruinado moralmente. Con el tiempo, y tras cumplir el periodo de reclusión, vuelve a su hogar donde un buen día aparecerá en su vida una mujer, hija de unos antiguos colegas de escena. Entre ambos se creará una excéntrica, sexual y compleja relación marcada por la diferencia de edad, la frágil salud de él, las promesas incumplidas, la esperanza que no será tal... El miedo a ser abandonado, de nuevo, hará mella en Axler y lo conducirá a un final trágico.