La desdichada historia de Juana I de Castilla, ‘La loca’ (reseña literaria)

La historia de Juana I de Castilla siempre se ha visto envuelta en un aura de misterio. Se sabe mucho de la hija de los Reyes Católicos y, al mismo tiempo, nada. Sigue siendo un enigma, como ya lo dijera Karl Hillebrand, uno de los estudiosos que intentó iluminar parte de una historia que siempre se ha visto marcada por la locura. 

¿Doña Juana de Castilla estaba loca en realidad? Y si lo estuvo, ¿qué produjo su tormento, qué le indujo a la demencia? ¿Fue Juana 'La loca' presa de una conspiración? ¿El amor la cegó? No podemos asegurar nada, nadie puede --ni siquiera los historiadores, porque la historia, no lo olvidemos, es una interpretación del pasado--. Tan solo podemos elucubrar, inventar, ficcionar su vida, algo que Jakob Wassermann llevó a cabo a través de un diminuto y exquisito texto que data de principios de 1900.

Doña Juana de Castilla se titula la obrita de Wassermann que ahora podemos leer gracias a la excelente traducción de Carlos Fortea y gracias a la apuesta de otra de esas editoriales que tanto admiro por su dedicación y amor por los libros, como es Mármara Ediciones. Este nuevo sello aparece en escena con entusiasmo, un entusiamo que buscan contagiar a los lectores a través de un catálogo pulcro y refinado, sutil y muy atractivo. El presente texto del autor alemán es un claro ejemplo de esto que digo. 

Wassermann recrea la historia de una mujer cuya vida se vio envuelta en la desgracia, una figura clave dentro de la historia de España y Europa, madre del que fuera coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de España, Carlos I. Página a página somos testigos de la fragilidad de Juana de Castilla, de sus miedos y dudas. Es esta una mujer perturbada que busca consuelo sin acierto, que poco a poco se adentra en la penumbra de la soledad. No es de extrañar que su figura, marcada por la leyenda, fuera un atractivo para los autores románticos. Esa visión de un amor no correspondido, el arrebato del mismo, los celos desmedidos y, finalmente, la locura, son tomados por Wassermann y reinterpretados, hasta el punto de crear una historia alternativa de la infanta y futura reina. Esta obra es, en definitiva, un ardid, un pequeño juego estilístico que triunfa a ojos del buen lector.