Una mirada heterogénea sobre la vida (frágil) y el arte (reseña)

Todos aspiramos o debemos aspirar a la grandeza, a no permanecer anónimos. Necesitamos que nuestro nombre se recuerde, rubricarlo con letras de oro en la historia de la humanidad. Ansiamos ser inmortales. 

Ese anhelo es legítimo, más teniendo en cuenta que este mundo en el que vivimos es, en cierto modo, un gran manicomio. Para alcanzar esa gloria uno puede dedicarse en cuerpo y alma a la literatura. En los Estados Unidos, desde finales del siglo XIX y sobre todo durante el siglo XX no pocos escritores han perseguido ese sueño, esa ambición por demostrar y perpetuar su grandeza. Ha habido, y creo que todavía hay, una pequeña obsesión por ser siempre el primero en todo, el más extraordinario, el único. Y es por ello que su tradición narrativa es potente, muy potente, asumiendo riesgos (a veces necesarios) y reflexionando de forma constante sobre el arte de narrar una historia.

El tópico de "La Gran Novela Americana" no es otra cosa que el afán competitivo que ha caracterizado a esa joven nación, un deseo que nos ha legado (negarlo sería una tontería) una serie de autores de un nivel extraordinario. Tras leer Inocentes y otras (Turner), me da a mí que Dana Spiotta sigue esa misma línea al presentarnos distintas historias que poco a poco se van entrelazando. Por una parte, la amistad, a veces complicada, de dos amigas que desde su época de instituto decidieron dedicarse al cine. Meadow y Carrie representan dos facciones de la sociedad de ayer y hoy: la pudiente y la trabajadora, los que nacen con estrella y los que nacen estrellados. He aquí una mirada incisiva, crítica, sobre los convencionalismos e hipocresía de la sociedad americana (y la de todos), que pronto vuelve a tomar forma con la historia de amor telefónico de Jelly y Jack, una historia que deja en evidencia la desmesurada importancia que le damos a nuestro aspecto físico. Pero, ¿es eso todo? En absoluto.

Spiotta incide en la fragilidad del ser humano, un ser capaz de desmoronarse al instante. Versa también sobre la soledad, la ambición, la destrucción y el arte, sobre lo que verdaderamente consideramos importante y sobre la delgada línea que separa la bondad y la perversidad. El modo de narrarlo todo sorprende y engancha.