Los peligros y desgracias que conlleva la obsesión (reseña)

El inconformismo puede ser una nueva malformación del alma humana. Ansiar aquello que no somos en esencia, o que no tenemos por las causas que sean, puede dar como resultado un desorden en la (nuestra) naturaleza.  Todo ello produce insatisfacción, con uno mismo y con el mundo. Y ello, a su vez, puede ser el origen de una honda depresión, alimentada o complementada por el resentimiento y la obsesión, lo cual se traduce finalmente en infelicidad y miseria.

Tatiana Goransky esboza en Los impecables (Comba) los perfiles de unos personajes un tanto maníacos, diferenciados entre sí pero con un nexo en común: todos están abocados a la desgracia. Los dos relatos o nouvelles presentes en esta obra describen ese sentimiento obsesivo que produce cierta ceguera racional. En Ball Boy, un joven decide abandonar su carrera en el tenis para convertirse en el mejor recogepelotas del mundo. En Don del agua, el capitán de un navío busca desesperadamente un tesoro perdido en el océano arriesgándolo todo. Reconozco que ese primer relato, protagonizado por el joven Manuel, no termina de convencerme, a pesar del giro final de la trama en el que la actitud del chico raya en la locura. Existe un realismo marcado en las referencias que la autora hace sobre varios jugadores de tenis y sus resultados en una competición como Roland Garros, pero la historia, con esa autodisciplina enfermiza que el joven "ball boy" se impone para llegar a ser uno de los recogepelotas de la final de París, no termina de cuajar del todo —en mi opinión—.

El segundo relato, por el contrario, esa historia sobre una familia que vive por y para el agua, resulta cautivador. Mediante diversos registros narrativos, como el cuaderno de bitácora, las anotaciones periodísticas, la leyenda o el cuento de fantasía, conocemos el periplo de un padre rabdomante y de sus hijos —uno capitán de barco y el otro un buceador profesional—. La búsqueda de ese tesoro de diamantes extraviado quién sabe dónde acapara toda mi atención, con esas pequeñas dosis de surrealismo, la emoción de la trama y la aparición de personajes como Oat. Me sumerjo por completo en esa investigación sobre el destino fatal de esta familia. Este sí me resulta impecable, y quisiera leer más.