Una mirada visceral sobre esa América despiadada (reseña)

Diríase que en esta segunda mitad de la primera década del siglo XXI volvemos a estar inmersos en un periodo convulso, de descreimiento total y absoluto, de decepción, como ya ocurriera a finales de los años 60 y la década de los 70.

Aquellos fueron unos años de crisis y autodestrucción. En los Estados Unidos, la "tierra de las oportunidades", se luchaba en Vietnam sin saber por qué. En pocos años, todo se volvió más y más violento e incoherente. El miedo a la incertidumbre acrecentaba ese estado de desolación. No es de extrañar que en estos años surgieran descarnadas historias sobre hombres y mujeres desesperados, historias protagonizadas por una serie de personajes que intentan huir de sus propias vidas al precio que sea, refugiándose en el alcohol o el sexo, en la autocompasión y el odio. La historia de Cutter y Bone (Sajalín) sería una de las más viscerales y extraordinarias de cuantas he leído hasta el momento de esa América escéptica e injusta, de esa América cruel que es capaz de aniquilar cualquier signo de esperanza.

Newton Thornburg se sirve de un ex combatiente de Vietnam tullido y tuerto, virulento y cuya mordacidad, fruto de su desdén ante la vida, resulta del todo hiriente, y de un apuesto hombre de negocios que decide abandonarlo todo —incluida su familia— y se convierte una especie de gigoló amargado y perdido, para relatar la historia de una amistad forjada por esa necesidad mutua de no sentirse solos en un mundo despiadado, abusivo. Ambos, a su modo, intentan dotar a sus vidas de cierto sentido. El crimen de una joven será el detonante para que decidan de una vez por todas abandonar esa inseguridad emocional, ese letargo vital. En otras palabras, emprenden una lucha contra aquello que consideran injusto. Y si en el camino sacan buena tajada de ello, mejor que mejor; aunque, como comprobará el lector, eso sea finalmente lo de menos. El fracaso siempre les tenderá la mano, al igual que el caos y la paranoia.

Thornburg describe la fragilidad de una sociedad reprimida y farsante, una sociedad que premia el abuso y que es, en definitiva, una gran y patética comedia. Enamorado estoy de esos diálogos que rebosan inteligencia y de las reflexiones ocultas entre esa locura y naufragio moral. Esta obra te marca.

Comentarios

Entradas populares