Comunicación 2.0, o el nuevo intercambio epistolar del siglo (opinión)

Existe un género literario que, particularmente, me agrada al permitirme una mayor cercanía con su/s autor/es. Me refiero al género epistolar, o más concretamente, a la correspondencia literaria, pues hay escritores que se han servido de las epístolas o cartas como mecanismo narrativo o recurso literario para armar sus novelas. En ese intercambio de correos uno suele encontrar un tono de escritura mucho más coloquial, informal, ofreciéndonos una imagen más "humana" de quien escribe. Solían tomarse el tiempo que creían necesario para narrar anécdotas, compartir preocupaciones, confesar sus pecados o jurarse amor eterno.

Existía en esa correspondencia una intimidad única que en la actualidad se ha perdido casi por completo con la llegada de Internet y el correo electrónico, de las redes sociales. Ahora ya casi no nos da tiempo a "perder" el tiempo escribiendo una misiva a alguien querido o apreciado. No obstante, y pese a que quizá yo sea un romántico irredento, en ocasiones confieso que los e-mail no son tan "perversos", por su inmediatez, claro. 

Sin ir más lejos, esta semana he tenido oportunidad de compartir impresiones con el editor de Pálido Fuego, José Luis Amores. Él vive en Málaga, yo en Castellón, y esa distancia no ha sido impedimento a la hora de conversar acerca de Tom McCarthy y su novela Satin Island. Ese toma y daca ha sido tan productivo que, al final, José Luis me ha convencido para leer Residuos, una novela anterior del autor británico. Comunicación 2.0, o cómo estrechar lazos en estos nuevos tiempos.

Comentarios

Entradas populares