Las pelis de mi vida: "The year of living dangerously"

1965. Jakarta. Guy Hamilton, un joven reportero australiano, se desplaza a Indonesia para cubrir su primer destino como corresponsal de su país en el extranjero. En Jakarta, y gracias al carisma personal que disfruta entre una parte de la población, el presidente Sukarno ejerce una función de controlador popular, situado como un puente de contención entre el ejército y el movimiento comunista, mirando a los ciudadanos desde una altura distante. Jakarta se ha convertido en una ciudad donde las preguntas son más numerosas que las respuestas. Todo el mundo hace especulaciones sobre el futuro político, pero nadie sabe con certeza qué va a suceder. Se mastica el tenso ambiente que precede a los estallidos de violencia. Tanto el ejército como el partido comunista están a la espera de una oportunidad para hacerse con el poder. Y al final estalla la revolución.

Algunos pensarán: menudo rollazo!. Pero a mí, este filme de Peter Weir, con los actores Mel Gibson (cuando empezaba a ser alguien importante y no era un petardo como ahora), Sigorney Weaver (realmente sexy en esta película, al menos para un servidor) y una Linda Hunt espectacular, me fascina. Quizá la culpa la tenga esa maravilla de banda sonora compuesta por Maurice Jarré --otro de esos fenómenos de la composición--. Y como tema central, quién mejor que Vangelis para derretirnos y sumergirnos en ese mundo imperturbable que ha confeccionado a base de notas y suaves melodías. Quizá peque de romántico pero... al dedicarme por causas que todavía desconozco al mundo del periodismo, me hubiera encantado ser corresponsal en aquellas épocas en donde ser extranjero era algo que se respiraba por todos los poros del cuerpo, cuando realmente eras descubridor de mundos nuevos y participabas de pleno en su realidad. Hoy día todo eso se ha perdido en pro de la masificación comunicacional (no sé si existe ese término, pero me lo quedo para mí). Sin más chorradas mentales me despido. Disfrutar de este tema magistral.