Inconformistas y amantes del arte actual, MARTE (artículo de prensa)

Entre finales del año 2010 y principios del 2011 intenté llevar a cabo --no sé si con éxito-- un experimento. Dicha prueba o ensayo tenía un propósito bien claro: acercar el arte contemporáneo a la sociedad castellonense. Quise, pobre de mí, generar una especie de debate sobre las nuevas formas de expresión, busqué el modo de compartir inquietudes y clarificar aspectos, ahondé en los mecanismos que conforman todo el engranaje de esta "industria cultural", desde los museos y centros expositivos a la figura del comisario, crítico, la importancia del espectador... 
Hacer todo eso era (y es) mi deber como persona consciente de una realidad latente, que no es otra que entender Castellón como importante promotor de ideas y emociones. Históricamente, porque creo que ya se puede hablar de una amplia trayectoria, la capital de la Plana y la provincia ha sido lugar de reunión de numerosos artistas. A finales de la década de los 60 nacería una de nuestras joyas de la corona, el Museu d’Art Contemporani de Vilafamés Vicente Aguilera Cerni, emblema no solo de esta tierra sino del país, pues hay que recordar que fue centro pionero. Décadas más tarde, la creación del Espai d’Art Contemporani supuso un pasito más para hacer de Castellón un punto de referencia a niveles internacionales. No obstante, a pesar de contar con esa "tradición" artística contemporánea --y debería añadir arriesgada, comprometida y crítica--, existe todavía cierta reticencia a concederle el valor que merece. ¿Por qué? Si les soy sincero, no alcanzo a comprender. 
Ben Shalm solía decir que "todo arte está basado en el inconformismo". El pintor estadounidense acierta de pleno y quizá sea eso lo que espante a más de uno. El inconformismo no gusta. Ir contracorriente no gusta. Quejarse del orden establecido no gusta. Exigir responsabilidades no gusta. Por eso hay marginados e inadaptados, omisiones y represiones. Los que preguntamos sobre el porqué de las cosas somos, al parecer, unos pobres diablos, dementes y chalados, ¡marcianos! Ay, los marcianos... Castellón se ha vuelto loca y ha abierto la caja de Pandora para liberar todos los males, o no, posiblemente la cordura por fin haya hecho acto de presencia para hacernos ver que no todo está perdido en el ámbito cultural, que tenemos algo que decir y que podemos decirlo bien alto y claro. Amigos lectores, somos ARTE, somos MARTE.

nuevas posibilidades
"Las personas crean arte porque quieren perdurar". Ese es uno de los principios en los que se asienta la Feria de Arte Contemporáneo de Castellón MARTE, cita que nace con el objetivo de convertirse en un referente a nivel nacional y también internacional, una ocasión única "para ver en un mismo tiempo y lugar la oferta más novedosa del arte actual", como afirman los "marcianos" que han desarrollado esta idea, SAC Producciones, al frente de la cual se encuentran Enrique Bocángelus y esa rara avis, como ya lo describiera en su día, de Joan Feliu, a quien le debo algo, no sé qué.
Sabiendo que disfrutar del arte contemporáneo no es fácil, como ya mencionaba al principio, MARTE pretende convertirse en una especie de plataforma o estructura que sirva de proceso para presentar y dar a conocer la actividad de galerías de reconocido prestigio  que ofrezcan una visión representativa de la creación artística contemporánea. Es por ello que el Ayuntamiento de Castellón, la Diputación Provincial, Idear Ideas, la Universitat Jaume I y la galería Coll Blanc han unido sus fuerzas con SAC Producciones.
Del 11 al 14 de septiembre del 2014, en el Palau de la Festa de la capital de la Plana, tendrá lugar esta feria que, tal y como remarcó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Castellón, Vicent Sales, "se basa en tres líneas principales: acercar a la ciudadanía una visión representativa de la creación artística contemporánea a través de importantes galerías de arte; ofrecer la posibilidad de que las galerías de nuestra ciudad tengan la oportunidad de mostrar sus obras a otras galerías internacionales; y posicionar a Castellón dentro del panorama artístico, a través de una cita muy atractiva que puede provocar la visita a nuestra ciudad de numerosas personas, lo que se traduce en un gran impacto económico". Pero eso no es todo, puesto que MARTE explora nuevas posibilidades para distinguirse de cualquiera otra feria. Este proyecto cree firmemente en el arte y el artista, en ese mágico proceso de creación que brota de portentosas mentes de imaginación desbordante. "Admiramos a los artistas que crean más por la necesidad de sentir y contemplar algo, y menos por una necesidad de crear algo. Al fin y al cabo, ¿por qué crear? No por el deseo de que la gente piense que eres listo, ni siquiera que eres buen artista. Crear por deseo de acabar con la soledad, crear como divertimento vital. Las obras de arte disminuyen la soledad de la gente solo si la hacen pensar", dicen estos "marcianos" que persiguen una comunicación más estrecha e íntima, más humana con los espectadores “atentos a lo desconocido”. Y es que, como he repetido incesantemente, la clave de todo está en la inquietud y la curiosidad, en ese soñar despierto. Enrique Bocángelus y Joan Feliu bien lo saben, por eso quieren "obras de arte que nos hagan soñar. Es tan simple como soñar sabiendo que los sueños no son una ciencia exacta". Para ello se han embarcado en uno de los proyectos más extraordinarios que hayan tenido lugar en este trocito de país bañado por el Mediterráneo. Son ambiciosos y eso es de agradecer, aunque puedan darse un castañazo, aunque crean que todo esto termine en nada. Habrá valido la pena intentarlo, de eso no tengo duda alguna.

el arte...
Estos enternecedores marcianos defienden "el arte como ingenio inteligente que nos enseñe a vivir jugando, a conseguir la libertad. Inteligente, hemos dicho bien, pues el arte debe ser el cauce de la rebelión de la inteligencia que quiere dejar de ser seria para huir de la servidumbre de la lógica, del sentido común. La inteligencia al hacerse ingeniosa se vuelve lista". Solo por reflexiones como esta uno se enamora de este proyecto que con el apoyo de todos y cada uno de nosotros estoy seguro que podrá convertirse en algo de lo que sentirse muy orgulloso. Y ya es hora de sentirse orgulloso por algo después de protagonizar alguna que otra noticia bochornosa. Castellón se merece más, ¿no creen? Es por eso que desde MARTE reiteran que "no queremos ser espectadores, queremos jugar, no ver como otros juegan".
La Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Castellón quiere presentar y dar a conocer la actividad de galerías de reconocido prestigio  que ofrezcan una visión representativa de la creación artística contemporánea; quiere ofrecer garantías de profesionalidad, a través de la calidad de las exposiciones, el trato con coleccionistas y/o entidades artísticas; quiere fomentar la difusión y el coleccionismo del arte contemporáneo y quiere promocionar a artistas castellonenses ante galerías de prestigio internacional. Si ellos quieren todo eso, ¿por qué impedírselo? Es hora de enfrentar a la sociedad al arte contemporáneo, de generar un profundo debate, de compartir puntos de vista, de luchar por las ideas, de adquirir una actitud mucho menos recta con aquellos que imaginan y crean y sonríen y viven felizmente en su inspiración. 
Con total sinceridad, la unión de esfuerzos entre SAC Producciones, Ayuntamiento de Castellón, Diputación Provincial, UJI, Coll Blanc e Idear Ideas puede suponer un antes y un después en la consolidación de un modelo de industria cultural que, en los tiempos que corren, resulta necesario. Las 15 ó 20 ó 25 galerías --las que sean-- que acudan a MARTE elevarán de forma cualitativa el nivel artístico de la ciudad, además de ofrecer respuestas en torno a un modo de entender la vida como es el arte. Marcianos, bienvenidos todos. 

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