La inquietud y unión de dos ‘outsiders’ (reseña literaria)

¿Son de aquellas personas que empiezan a leer el periódico por la última página? Yo, casi siempre. Con esta extraña costumbre no parece tan raro que mi primer contacto con la literatura de Charles Bukowski fuera a través de esas crónicas a modo de dietario que escribió entre 1991 y 1993, es decir, a través de sus últimos cartuchos --Bukowski moriría en 1994--. Tras el impacto que supuso para mí aquel ‘El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco’, ilustrado por un tal Robert Crumb --del que nada sabía por aquel entonces--, no sé muy bien cómo ni porqué, estreché lazos con este escritor maldito con “malas pintas”.
En una versión fetichista que desconocía de mi mismo, empecé la búsqueda de sus novelas, relatos y demás publicaciones allende los mares. Quería leerlo todo. Aún hoy, sigo buscando en las librerías por si se me hubiera escapado alguno. Y cuál es mi sorpresa al ver que todavía quedan pequeñas “joyas” de este icono ‘underground’ de la literatura universal como la que ha rescatado --y demos las gracias por ello-- la editorial Libros del Zorro Rojo. Se trata de una obra que bajo el título de Tráeme tu amor recoge tres de los relatos que unieron a dos de las mentes más irreverentes del siglo XX. Hablamos de la literatura cruda de Bukowski y de las ilustraciones impactantes y chillonas en muchas ocasiones de Crumb. Dos de los auténticos ‘outsiders’ culturales unidos por un mismo fin: contar una historia.
Ambos creadores, cada uno a su modo, han sido y son --Crumb sigue vivo-- cronistas de la cruda realidad. A través de sus relatos y sus dibujos nos han acercado aquellos lugares recónditos, sórdidos y funestos de nuestra sociedad, en los que la perdición y la redención se cogen de la mano y, de tanto en cuanto, nos dan un ligero puñetazo en la cara. Por tanto, era casi necesario que en un momento dado unieran sus esfuerzos. Entre 1975 y 1984, Crumb ilustró tres relatos de Bukowski que, como no podía ser de otro modo, desnudan historias de perdedores obsesionados con el alcohol, el sexo y los problemas laborales. Estas tres historias nunca había sido publicadas en España con las ilustraciones originales de Robert Crumb. Por tanto, no hace falta decir que estamos ante una oportunidad única para disfrutar de una obra que reúne a dos de los grandes autores de la contracultura.

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