En los tiempos que corren, hay que mimar al lector (columna de opinión)

"¡Prisa! Nunca tengo prisa, no tengo tiempo!". Estas palabras de Igor Stravinsky me dibujaron una sonrisa en el rostro. En la época actual, donde la inmediatez prima ante todo, donde lo único que importa es producir, producir y producir, es lógico que no se tenga tiempo ni para tener prisa en hacer o decir algo. No obstante, quisiera reflexionar un poco sobre este tema, al creer ciegamente en el dicho popular que remarca aquello de que "las prisas no son buenas consejeras". Y es verdad, no lo son, en absoluto. Además de crearle a uno momentos de ansiedad y estrés inmerecidos, solemos ser descuidados con el trabajo realizado. Esto conlleva una pérdida considerable de calidad en el producto final y, por ende, la insatisfacción tanto personal como profesional. "Vísteme despacio, que tengo prisa".
En los medios de comunicación se pierde poco a poco el gusto por la atenta y pausada mirada, necesaria para analizar como es debido una información y tratarla posteriormente con totales garantías. En ocasiones parece que vayamos a trompicones y eso, aunque no queramos creerlo o no nos guste, es algo que el lector nota. Y un servidor, iluso donde los haya, siempre ha sido de la opinión de que se debe mimar al lector, protagonista único e indivisible de nuestro trabajo; porque es él quien da sentido a aquello que hacemos. Mimo y dedicación. Tiempo, en definitiva. ¿Será posible?

Comentarios

Entradas populares