Felices, bobos, preocupados y buscadores de la “verdad” (columna de opinión)

Resulta curioso cómo las mentes de dos escritores --y pensadores-- pueden abordar un tema similar en un periodo relativamente cercano en el tiempo y a una distancia considerable el uno del otro. Me explico. Hace bien poco, el filósofo alemán Rüdiger Safranski, autor de la magnífica biografía sobre uno de mis personajes predilectos, Arthur Schopenhauer, aseveró que "aspirar directamente a la felicidad es de bobos". Y mientras, en Madrid, Javier Marías reconocía que "ahora vivimos orgullosos de nuestra ignorancia". Ambos reflexionan sobre ese concepto tan abstracto de la felicidad y el papel --si es que lo tiene-- que desempeña. 

En otras ocasiones ya bromeaba diciendo que la ignorancia nos permite ser más felices por el hecho de preocuparnos menos sobre los problemas que asolan el mundo. Al no enterarnos, obviamente, no podemos expresar ningún tipo de opinión o juicio. La desgracia, creo yo, radica en que no deberíamos desentendernos de la realidad, al menos no del todo. Soy el primero en huir de la cotidianidad a través de los libros, la música, el cine, el arte e incluso el deporte, pero siempre vuelvo a "lo real" porque no quiero ser presa fácil de esos manipuladores que dicen ser políticos responsables. Por tanto, y como se podía entrever de las palabras irónicas de Safranski y Marías, les ruego que se preocupen con conocimiento de causa para buscar la verdad allí donde otros mienten.