Escritos críticos de una poeta austriaca (reseña literaria)

Confieso haber llegado a Ingeborg Bachmann de una forma que podríamos tildar de casual. Reconocer mi total desconocimiento de su figura, no solo como poeta, sino como teórica de la literatura, amante de la música y experta en Wittgenstein, quizá resulte poco profesional por mi parte, dado que uno se las da de intelectual. Prefiero ser abiertamente sincero y considerar que, como dijera la propia Bachmann, "lo oportuno es la praxis". Así es, la práctica de leer cuantas veces se quiera a esta mujer, una de las más destacadas escritoras en lengua alemana del siglo XX. 
La editorial Pre-Textos ha recopilado una serie de escritos críticos bajo el título de Literatura como utopía. Prologado por Brigitte E. Jirku, podría decir que me interesan todos y cada uno de los textos que aparecen. Desde aquellos dedicados al pensamiento de Ludwig Wittgenstein hasta los que se centran en una de sus grandes pasiones: la música. No obstante, si debo elegir entre esta selección, me quedo con las llamadas Conferencias de Francfort, en las que Bachmann desvela gran parte de sus dictámenes sobre la propia literatura, la figura del escritor/poeta, el arte y su función social, y la férrea crítica hacia ciertos estamentos de la sociedad. 
Bachmann confiesa que "la escritura está expuesta a una gran incertidumbre, que simula la voz humana y que postula un yo sin garantías". La poeta habla, como tantos otros, del "fin de la literatura", y cree que éste se da en los mismos poetas, "en el dolor que les causa su propia insolvencia, en su sentimiento de culpa". No obstante, la literatura y el arte son vitales, puesto que, como dijera Wittgenstein, "el lenguaje mismo es el vehículo del pensamiento", y añade Bachmann, que "la verdad está oculta; que solo el arte es capaz de desvelarla; y que solo él puede acercarnos a una nueva ética".
Durante toda su trayectoria, tuvo claro que "se puede exigir al ser humano que afronte la verdad". Esa verdad que en la actualidad parece que nos niegan a base de juegos de artificio y triquiñuelas varias. Postura valiente, la suya, más en su época. Por tanto, al igual que proclamara José Ortega y Gasset cuando hablaba del "aborregamiento" de la sociedad, Bachmann llama a nuestra puerta para deslizar la venda que cubre nuestros ojos y ver, a través de la literatura, que tenemos la capacidad de poder conmover al otro, de seguir progresando como seres que necesitan esa tensión intelectual y emocional para crecer, para ser personas, en definitiva.

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