Los dilemas propios de un origen incierto (reseña literaria)

¿Quién no estaba perdido a los 18 años? ¿Quién era consciente de su realidad a los 18 años? ¿Quién pensaba que la responsabilidad aumentaba de forma proporcional a medida que vas creciendo a los 18 años? ¿Cómo podría un chico/a de 18 años querer tener su vida ya escrita? Es absurdo. Merecemos estar perdidos a los 18 años. Merecemos patalear a los 18 años. Ir en contra de todo y de todos a los 18 años. La mayoría de edad, el inicio de una larga travesía, decidir para bien o para mal, pero decidir, al fin. Tomar las riendas de tus éxitos y frustraciones, ser dueño de tus virtudes y miserias. La ley ya pesa con total autoridad sobre nosotros, a los 18. Nuestra actitud puede volverse agria ya, a los 18. ¡Tenemos derecho a votar en unas elecciones a los 18! Aunque no queramos votar, aunque odiemos las elecciones, odiemos a los políticos; pero odiamos con 18 años. 
Peter Cameron se sirve de un joven de 18 años, James Sveck, para narrar las vicisitudes propias de esa edad. Algún día este dolor te será útil (Libros del Asteroide) es una historia con la que te identificas plenamente en muchos de sus pasajes. James, de una inteligencia extraordinaria para su edad, diestro en la palabra e instruido, vive inmerso en una profunda crisis de identidad. De familia desestructurada, pasa ratos trabajando en la galería de arte de su madre mientras intenta atraer la atención del director de la misma, mientras su hermana mantiene una relación con un hombre casado, mientras su padre, un tiburón de las finanzas, se opera las bolsas inferiores de los ojos, mientras asiste a terapia con la doctora Adler, mientras no acaba de entender porqué todo el mundo no le deja, simple y llanamente, en paz. 
Testigo directo de los atentados del 11 de septiembre de Nueva York, el joven Sveck mantiene una especie de lucha interna por no demostrar sus sentimientos, por no dejar que afloren y puedan, de algún modo, traicionarle. James quiere vivir en su burbuja y leer cuantos libros pueda, no quiere ir a la Universidad de Brown con todos los energumenos de su edad. James busca una casa para comprar en el medio Oeste americano, en Indiana tal vez, pero está desorientado. La única persona en el mundo con la que puede hablar y desea hablar es con ‘nanette’, su abuela. En ella encuentra el consuelo que ansía. 
Peter Cameron logra plasmar la sensación de aislamiento social, la banalidad que circunda el mundo de hoy y la futilidad de todo discurso de forma perspicaz. Una buena novela, un gran personaje James Sveck. 

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