Declaración sobre el amor y la ausencia (reseña literaria)

"No creo que el arte pueda cambiar la sociedad. Sin embargo, creo que muy a menudo lo que el arte ofrece a la gente es esperanza. Y cuando las personas tienen esperanza surge en ellas el coraje necesario para resistir, y para luchar por una vida mejor". Cuando leí estas declaraciones de John Berger creí que no todo estaba perdido, que todavía existen personas que confían en el poder del arte, en su pureza y belleza, algo que muchos parecen olvidar o, peor aún, obviar.
Pintor, ensayista, dramaturgo, novelista, performer, poeta y también crítico de arte, si algo ha caracterizado y caracteriza al británico es su honestidad, en la familiaridad que desprende a través de su mirada. Sin polémica, sin altas pretensiones, John Berger ha ido tejiendo una obra coherente y heterogénea mediante una escritura, eso sí, incisiva. Y todo para ir desentrañando los misterios que, según algunos, envuelven al mundo del arte. 
Leer sus escritos y poemas es uno de esos pequeños placeres que siempre se antojan. Si no me creen, lean Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, de la editorial Hermann Blume. Esta obra ofrece al lector la oportunidad de ahondar en la carrera de este original humanista --sí, humanista, como buen ser preocupado--. En este libro, el propio Berger reflexiona, mediante poemas y elucubraciones, sobre sus emociones personales y su vida preguntándose ¿por qué amamos? ¿existen límites en una separación? ¿cuánto tiempo es para siempre? Profundas cuestiones que conllevan complejas y abstractas respuestas.
Pese a todo, Berger responde de una forma misteriosa pero lúcida, y lo hace a través del propio arte. Así, en el interior de este particular análisis de quiénes somos y porqué hacemos lo que hacemos, el teórico realiza un estudio genial sobre la figura de Van Gogh como una emotiva exploración del desarraigo en nuestro siglo. También pasa revista a esa serie de experiencias vitales de nuestro día a día como el amor y el tiempo, la ausencia y la distancia, el arraigo y el alejamiento. Experiencias que arrinconamos pese a estar siempre presentes. Con un estilo directo, Berger vuelve a mostrarnos en esta joyita otra manera de ver y sentir, ofreciéndonos, además, una magnífica declaración acerca de la siempre dura confrontación entre el desastre y la destrucción y el amor en el mundo.

Comentarios

Eric GC ha dicho que…
Usted sí es un olé, y continuo.
;-) Este blog es una maravilla.
Eric GC ha dicho que…
Que me saca lo coloreeeeeeee!!!

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