Entrevista a... Laura Vallés y Núria Enguita





Construir una plataforma desde la que contribuir a la reflexión contemporánea sobre la imagen. Ese es el deseo de Concreta, tal y como se puede leer en su carta de presentación. Desde la aparición de esta editorial, creada por Laura Vallés, Núria Enguita y Milene Trindade, se han publicado ya dos revistas y dos libros de artista, se ha asistido a citas tan importantes como Arco y Ars Libris, se ha dado a conocer el proyecto en centros emblemáticos como la Fundació Antoni  Tàpies y cuenta con el apoyo de la Fundación Telefónica, el Museo Reina Sofía, Fundación Helga de Alvear, Galería Visor, Elba Benítez, CAAM, ARTIUM... por nombrar solo algunos.

Pregunta: De momento, se están haciendo bien los deberes, ¿no?
Laura Vallés y Núria Enguita: Sí, eso parece... Desde el principio hemos contado con el apoyo de ciertas instituciones privadas y públicas que confiaron en nuestra propuesta. El primer número fue muy bien recibido, quizá porque es una publicación que introduce un modo de trabajo diferente al que estamos acostumbrados en nuestro país. El propio objeto, su forma externa convenció desde el principio. Blanco y negro, dos tintas, y una sección color para la obra de ciertos autores... Es algo digamos, en cuanto a diseño y contenidos, adecuado a los tiempos. Creemos también que en esta época tan compleja para las propuestas independientes hay agentes que saben que hay que apoyar este tipo de iniciativas para que otras voces se puedan oír.

P: ¿ Podríais definir lo que simboliza Concreta en unas pocas palabras?
L. V. y N. E.: Concreta se define como plataforma de pensamiento visual, entre la academia y el mundo profesional, centrada en la creación y la teoría de la imagen con especial atención a la fotografía y a la historia del arte pero con interés en todas las disciplinas del saber que toman la imagen como campo dialéctico de fuerzas. Asimismo se posiciona como lugar de resistencia en un lugar como Valencia, donde durante los últimos quince años ha habido una desaparición sistemática de la infraestructura cultural. Dado que apenas quedan espacios expositivos, Concreta es concebida como un nuevo contenedor y un motor para la difusión de las artes visuales que surge en un lugar preciso pero que no se circunscribe a su geografía.

P: Echando un vistazo al segundo número, o mejor dicho, Concreta 01, es imposible no fijarse en el nombre de algunos de los autores de los textos, como Enrique Vila-Matas, Peio Aguirre o Jean-François Chevrier. Nos gustaría saber, a grosso modo, la metodología o, mejor dicho, el proceso embrionario de cada número. ¿Cuál es el criterio a seguir?
L. V. y N. E.: El planteamiento de cada número de Concreta surge de un primer pensamiento o idea por parte del equipo editorial que va tomando forma gradualmente tras un período de investigación que, a su vez, es apoyado por un comité asesor que propone ideas que complementan esa noción inicial. Cabe destacar que el primer número de la revista fue el más complejo de realizar pues había que tomar muchas decisiones a diversos niveles. Sin embargo, el hecho de tener una estructura delimitada por secciones como son Contexto, Cúmulo, Intercambio, Traducciones, Carpeta, Materiales y Entreacto nos permite trabajar más fácilmente a partir de Concreta 01, ya que esa estructura, aunque parezca rígida nos ayuda a la hora de decidir las propuestas y colaboraciones que nos interesan. Partimos de una experiencia previa que nos facilita llegar a ciertos nombres y que confíen en nuestra revista.

P: En esta segunda revista reflexionáis sobre el desplazamiento...
L. V. y N. E.: ...entendido no solo como traslación, movimiento u oscilación, sino como posicionamiento estético y político en la práctica artística contemporánea que investiga el territorio como lugar de lo común y espacio de diálogo, pero también como lugar de confrontación. Desplazamiento como metáfora de la transformación y ruptura de conceptos y formas en la práctica artística documental, así como del desalojo o la expulsión de personas de su lugar de residencia. Desplazamiento al fin, en el sentido de traslado de un punto a otro, de búsqueda a través de diversos tiempos, lugares e incluso afectos.

P: También habéis presentado un segundo libro de artista, obra de Carla Filipe. ¿Qué nos podéis decir sobre él?
L. V. y N. E.: Junto con Concreta 01 sacamos un libro de artista llamado ‘Boletim’ a manos de la artista portuguesa Carla Filipe. Su publicación es una interesante revisión de los folletos informativos realizados con motivo del desarrollo ferroviario del país a principios del siglo XX. Siguiendo el ejemplo de las compañías ferroviarias francesas e inglesas, la C.P. (Compañía Portuguesa) promovió la construcción de edificios para viviendas y equipamientos sociales con el fin de apoyar a la nueva avalancha de trabajadores que se generó con la nueva industria del ferrocarril. Inevitablemente este proceso llevó implícita una modificación del territorio así como un desplazamiento de la población.

P: John Berger decía que “el arte puede volverse un espacio de encuentro de lo invisible, lo irreductible, lo imperecedero, el valor y el honor”. Sin embargo, hay quienes todavía lo critican por activa y por pasiva. ¿Qué tiene el arte para producir tanta animadversión? ¿Qué aportaciones puede realizar Concreta al respecto?
L. V. y N. E.: Los medios posicionan normalmente al arte como parte del entretenimiento, ese tropo que invade nuestras vidas, o al menos lo hacía hasta no hace mucho. Pero el arte, como territorio de lo posible, puede ser también un laboratorio de pensamiento y formas de vida. El arte apela a los sentidos y al conocimiento pero no de la forma espectacular que pretenden algunos sectores de la política y la empresa. En cuanto territorio de muchos mundos posibles es efectivamente un  espacio para la ficción, para lo invisible y lo imperecedero pero también para trabajar en el aquí y el ahora; para intentar entender ciertas formas de organización del mundo que nos afectan mas de lo que pensamos. Concreta quiere entender como funcionan esas formas de imaginación, como nos afectan las imágenes y porqué; cómo pensamos con imágenes, porqué tienen a veces tanto poder.

P: Son muchos los que vociferan a los cuatro vientos la muerte lenta y dolorosa del libro y, por ende, del mundo editorial tal y como se conoce a día de hoy. No obstante, en España siguen naciendo sellos y más sellos independientes, con catálogos muy especializados y más que atractivos. Nuria Enguita y tú sois el ‘alma mater’ de este proyecto. ¿Cómo (sobre)vive Editorial Concreta? ¿De qué se alimenta?
L. V. y N. E.: Sí, creemos que es un momento interesante para volver a leer en el papel, sin conexiones ni recargar baterías. La web es cada vez más necesaria para difundir tu propuesta pero la edición en papel genera otro campo de acción, otra experiencia.
La editorial sobrevive a costa de nuestro trabajo, como tantas otras cosas actualmente; y gracias a nuestros benefactores, suscriptores y a la publicidad de instituciones públicas y privadas. Profesionalizar la editorial y hacerla sostenible es nuestra meta, para lo cual necesitamos una amplia base de suscriptores.

P: No hay duda de que las redes sociales son uno de los elementos clave en la actualidad para difundir ideas, proyectos, crear plataformas… ¿Qué importancia le dais a este tipo de herramientas?
L. V. y N. E.: Hoy en día herramientas como Facebook y Twitter son fundamentales para la difusión de proyectos como los generados por Editorial Concreta. Sin duda, forman parte de nuestras tareas del día a día y las consideramos una de las vías más rápidas para difundir los eventos que vamos organizando como presentaciones de publicaciones o ferias, así como para compartir nuestros intereses o los de nuestros colegas profesionales más cercanos. Desde Concreta consideramos que las redes sociales nos permiten un trato más próximo con nuestros lectores, así como a ellos les permiten la posibilidad de tener una voz, una opinión, con respecto a nuestros contenidos. Es un proceso de continua retroalimentación.

P: ¿Qué le pedís al futuro?
L. V. y N. E.: ¡Subvenciones para poder cobrar! ¡O una avalancha de suscripciones!

Núria Enguita y Laura Vallés durante la presentación de Concreta en la Fundació Tápies.
© Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. De la fotografía: Linda Valdés, 2013. Publicado bajo licencia CC BY-NC-SA



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