Pequeñas historias de ‘animales’ con hábitos (reseña literaria)

Resulta extrañamente complejo y sorprendente el hecho de ver cómo a lo largo de una vida diferentes cables o líneas inconexas se aproximan. Sé que mi vida personal no le interesa a casi nadie, no obstante debo servirme de ella para retratar, en cierto modo, esa sensación de saber que somos lo que buscamos ser. 
Nunca dejaré de recordar con agradable estima aquella primera edición del festival literario Fet a Mèxic que tuvo lugar en Barcelona, allá por el año 2007. Digo esto porque muchos de los autores que participaron en aquél encuentro son ahora algunos de los autores que conforman mi biblioteca personal, como Julián Herbert o Guadalupe Nettel. Precisamente, ésta última es la causante de tanta divagación aburrida --perdónenme--. 
Seis años más tarde de aquellas jornadas tuve oportunidad de asistir a la última edición de la Feria del Libro de Madrid, gran cita editorial del año en nuestro país. Durante aquellos días fueron muchas las tentaciones literarias que reclamaban mi atención para ser leídas, una de ella era El matrimonio de los peces rojos (Páginas de Espuma), de Nettel. Me hice con él pero debo confesar que no lo leí hasta que leí una crítica sobre la obra escrita por el gran Fernando Valls, a quien tuve el gusto de conocer en tierras berlinesas y cuyo criterio siempre me ha interesado. 
En este libro de relatos, merecedor del Premio Narrativa Breve Ribera del Duero, Nettel crea un escenario un tanto peculiar, donde animales y humanos comparten algo más que sentimientos. Como la propia autora explicó en una entrevista, "mal que bien somos animales con hábitos. Los acontecimientos principales de nuestra vida son los mismos que los de los animales. Defendemos de igual forma que ellos a nuestra pareja, nuestro territorio y luchamos también por la supervivencia". Así, a través de gatos, peces, serpientes, cucarachas e, incluso, hongos que encontramos en estas páginas, la mexicana explora "esas zonas profundas que la gente trata de ocultar a los demás". Particularmente, me quedo con esa historia de amantes unidos, no solo por el amor, sino por una micosis de la que no desean curarse o la del dramaturgo francés de origen chino que se enamora de una joven buscando su yo anterior a la adopción. La prosa de Guadalupe Nettel, aunque en algunos fragmentos tenga un punto incómodo por su temática, respira poeticidad y sensibilidad. Resultan enigmáticas esas historias de enamoramientos, amores en la distancia, amores que perecen, olvidos...

Comentarios

Entradas populares