Un festival muy diferente (artículo de prensa)

Bunny Wailer fotografiado por Luca d'Agostino

El mayor festival reggae de toda Europa. Así se podría definir, de modo muy simple, el Rototom Sunsplash. Para aquellas personas que no han seguido la evolución de esta cita, efectivamente, tendrán en mente las actuaciones que se llevarán a cabo. Para los veteranos, es una reunión en la que compartir experiencias, dialogar y convivir con personas preocupadas por mejorar el mundo en el que vivimos. Dicho de otro modo, las personas que repiten asistencia saben, perfectamente, que este es un festival muy diferente, un centro neurálgico en el que poder debatir sobre las distintas problemáticas que asolan el planeta. Y todo, eso sí, al ritmo de la música.

Este año será especial por el homenaje que el Rototom rendirá a Bob Marley en el trigésimo aniversario de su muerte. La leyenda musical estará más presente que nunca en Benicàssim, un lugar que ya es sinónimo de festival. Asimismo, al nombre de Marley se deben añadir otros muchos, todos ellos de gran prestigio. Instrumentistas, vocalistas, periodistas, activistas, escritores, políticos... Habrá un buen número de cabezas pensantes, de seres preocupados, en esa semana que se vestirá de rojo, amarillo y verde.

No reproduciré la lista de actuaciones que tendrán lugar del 18 al 27 de agosto. Los interesados pueden hacerlo en la página web del Rototom. Sin embargo, sí me gustaría adentrarme en esa programación alternativa que han previsto desde la organización, y que sirve para abrir un foro de debate --algo de lo que carecemos cada día más--. Partiendo del amigo y biógrafo de Bob Marley, Roger Steffens, por la mesa de conferencias pasarán los familiares de José Couso, el cámara español fallecido durante la invasión de Irak en 2003; el catedrático de Ciencias Políticas de la Universitat Autónoma de Barcelona y articulista de prensa Joan Subirats; Shirin Ebadi, la primera mujer musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz; el intelectual francés y uno de los emblemas del movimiento anti-globalización, Bernard Cassen; periodistas de la talla de Carlos Carnicero o Rosa Mª Calaf; la medioambientalista Vandana Shiva; los actores Leo Bassi y Willy Toledo; los dibujantes de la revista El Jueves... Incluso yo moderaré un debate sobre la España racista junto a Esteban Ibarra.  

Muchos dicen que esta es la edición más ambiciosa del Rototom. Yo así lo creo. Con la música reggae de fondo, como pretexto y reclamo al mismo tiempo, en una semana se producirán numerosas reflexiones. De ellas, pueden surgir ideas que ayuden a cambiar aquellas partes que cojean de nuestro sistema --aquel que nos han estado vendiendo como perfecto--. Estaremos, pues, ante un verdadero hervidero de propuestas que saldrán a la luz a través, y gracias, a las conferencias sobre las revoluciones árabes, la crisis nuclear y económica actual, las relaciones internacionales, el caso Wikileaks y sus consecuencias en España, el sexismo, el fútbol como fenómeno de masas, el futuro del periodismo o el teatro crítico. Como ven, este es un festival muy diferente al que estamos acostumbrados a presenciar. La música hace de nexo, de perfecta unión entre los asistentes, para crear una comunidad en armonía que está dispuesta a levantar su voz y opinar. Desde aquí, lo digo sinceramente, lograr ese objetivo de crear un espíritu crítico en una cita musical me parece algo admirable. Propuestas como esta son más necesarias que nunca.