Leer, un momento revelador

Puede que sea la persona menos indicada para hablar de todo y nada. Muchos verán cómo me permito ciertas licencias y lo criticarán con fervor. Otros, por el contrario, creerán que hay algo de verdad en mis palabras. Cada cual, que piense lo que quiera. Aún con todo, y a pesar de todo, intento ofrecer una versión del ámbito cultural de la provincia donde paso mis días. Será mejor o peor, eso está claro --no llueve al gusto de todos, por desgracia--. En este sentido, quisiera dirigir el punto de mira hacia una iniciativa que creo tan interesante como necesaria para el devenir de nuestros futuros ciudadanos: nuestros peques. La actividad no es otra que la organización nacional del Día de las Librerías.

Este acontecimiento, que tendrá lugar en distintos puntos de la geografía española el próximo 25 de noviembre, tiene su origen en Castellón y su Gremi de Llibreters. Ellos tuvieron la, para mí, genial idea de organizar una jornada de puertas abiertas para fomentar la lectura y el mundo del libro --esa cosa tan enigmática e imprescindible-- y fueron ellos quienes trasladaron la propuesta a la Confederación Española de Libreros (CEGAL). Así, las librerías que quieran participar en este peculiar proyecto pueden hacerlo libremente para acoger hasta las 22.00 horas a todo aquel que quiera sumergirse en el universo de lo literario.

Dicen que “el regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio”. Yo así lo creo. Ese preciado instante simboliza un intercambio de poderes. ¿Y qué poderes son esos? La capacidad de imaginar, soñar, reír y llorar, entre otros. El libro es nuestro guardián de la palabra, forjador de leyendas, pozo de inspiración. Regalar un libro significa compartir ese universo mágico. De ahí el elogio. Saber que puedes regalarle un libro a alguien es saber que esa persona siente curiosidad por la vida y sus misterios.

Descubrir las posibilidades que se esconden tras la lectura es, probablemente, uno de los momentos más impactantes y reveladores en la vida de uno. ¿Saben cuántos autores existen? ¿Saben la cantidad de historias que aún quedan por leer y releer? ¿Saben cuántas son las emociones que se impregnaron en páginas y páginas de manuscritos perdidos? ¿Saben la necesidad de contar vivencias y experiencias? Es, simple y llanamente, fascinante. Ser consciente de que poder explorar esos rincones literarios es muy posible y reconocer que está al alcance de quien quiera, supone un valor añadido. En Castellón, el Gremi de Llibreters lo tiene muy claro y por esa razón se vuelca en algo tan específicamente humano como es fomentar la lectura, acercarla a los niños --esas esponjas a las que debemos proteger--. A través de ese acto aprendemos, evolucionamos y nos reconocemos. Es así de simple --y complicado a la vez, porque todo proceso es complejo en sí mismo--. Ya saben, el día 25 de noviembre, conviértanse en un amante del libro más.

Ilustración de Leonard Beard