Jóvenes con futuro (artículo de prensa)

Todo el mundo reconoce la existencia inevitable del paso del tiempo. Durante nuestro periplo vital deambulamos de aquí para allá en busca de un significado que dé sentido a lo que somos y hacemos. Estamos en constante movimiento, aunque algunos disimulen. Ese vaivén es el que ocasiona las corrientes o tendencias del pensamiento. Cada generación es un ente independiente que busca por todos los medios dejar su ADN, su impronta, para decir bien alto y claro que: ¡hemos existido!

En el mundo del arte, y en el mundo del arte en Castellón más concretamente, las nuevas y jóvenes voces poseen ese ímpetu, necesario para demostrar que existe en nosotros un gran apetito por redescubrir modos de pensar y/o actuar. De esos jóvenes con futuro --y un talento tremendo-- me gustaría destacar algunos de los que creo, y esto es un opinión totalmente subjetiva --disculpen si ofendo a alguien, no es esa mi intención--, están logrando despertar las mentes de algunos expertos y galeristas (sí, sí, desde Castellón, además de apostar por el arte contemporáneo, también existen creadores). Así, nombraría sin ningún tipo de orden de importancia o alfabético a: Marta Negre, Laura Vallés, Joel de las Heras, Paula Bonet, Agustín Serisuelo, Reis Lliberós o Sergi Cambrils, entre muchos otros.

¿Y qué es lo que nos ofrecen estos nuevos autores? Pues, una mirada sugestiva, vivaz y curiosa. Todos y cada uno de ellos han bebido y beben de las fuentes del diseño gráfico, la fotografía o el mundo de la comunicación visual. Su arte tiende a ser más directo y atrevido en algunos casos. También se caracterizan por la investigación en torno a qué posibilidades ofrece el arte para crear nuevas reflexiones sobre nuestro entorno. Además, pretenden suscitar críticas, despejar dudas o crearlas al mismo tiempo, averiguar el sentido de todo y nada. Estas jóvenes mentes buscan respuestas a sus porqués intentando hacer más socializable todo lo concerniente al mundo del arte. Un ejemplo de ello es el trabajo Casa de muñecas de la fotógrafa Laura Vallés. En él intenta reflexionar sobre la idea de trayecto haciendo un recorrido por la carretera N-340 y fotografiando los clubs de alterne que de manera constante se repiten en el paisaje. Este proyecto, que permanece todavía activo, ha sido premiado por la convocatoria ‘Breakpoint’ y ha viajado ya a ciudades como Módena.

Otro caso que quisiera destacar por ser, probablemente, el más dispar, es el de Marta Negre. La inquietud de la alcorina se dirige hacia la vídeo-instalación. A través de este soporte ofrece una serie de propuestas visuales que realmente --y no digo esto para complacer-- dejan a uno pensativo. Los pequeños juegos visuales que realiza llevan consigo un mensaje oculto. Por ese motivo, es todo un reto el poder descifrarlo y comprobar que a través de las imágenes retrata el miedo, el desencanto, la complejidad de todas aquellas situaciones que pueden parecer sencillas, la dualidad existente en el mundo... Creo, sinceramente, que el trabajo de Marta Negre, en el que entremezcla la ficción con la realidad, es uno de los más prometedores.

Otra mente fresca que se distingue del resto es Agustín Serisuelo, ya que su trabajo se centra en la escultura en madera. En la obra de Agustín “se aboga por la simplicidad, por la construcción”, tal y como remarca Irene Gras. A través de sus formas geométricas y sus pequeñas aventuras en el campo de la construcción y deconstrucción, nos adentramos en un juego donde la diversidad y la creación también son protagonistas.

Joel de las Heras y Reis Lliberós son dos de los fotógrafos creativos que mayor impacto me han causado últimamente. Los trabajos de Joel Mutacions fotogràfiques o Armadura son dos claros ejemplos de su afán por reflejar emociones. De Lliberós, decir que sus imágenes abstractas nos cuentan diversas historias llenas de recuerdos y sensaciones. Ambos autores ya son unos fijos del festival fotográfico Imaginària, algo que no es de extrañar.

Por último, si hablamos de ilustradores debemos nombrar a la vila-realense Paula Bonet y al peñiscolano Sergi Cambrils. Los dos poseen una imaginación desbordante, como el resto de los que ya hemos nombrado. Las series que hasta la fecha ha creado Bonet muestran, en su mayoría, recortes de la realidad, pedazos e instantes borrosos, situaciones de la realidad que nos rodea. Por su parte, Cambrils, posee la técnica necesaria para desarrollar sobre papel o lienzo aquello que su mente quiera.

Como podrán comprobar, tenemos savia nueva, de calidad y con muchas ganas de aportar su granito de arena. Y es que el arte está en constante evolución. Nunca se detiene, siempre cambia, muta, se transforma, porque cada mirada es un mundo completamente distinto. Por estas y otras razones que nos llevarían más de un número para analizar, creo necesario decir que merecen todo nuestro apoyo para alzar el vuelo. En Castellón tenemos muchas cosas por decir y por hacer. Con la creatividad de estos talentos, podemos subir un peldaño más y gozar de mayor reconocimiento.

Els invisibles de Marta Negre