Ritmos de otra tierra

Avishai Cohen visto por Deirdre Keaney

No me lo esperaba. Sabía de sus cualidades, conocía su música. No existía duda alguna de su talento. Sin embargo, me quedé atónito durante todo el concierto que el genio de Avishai Cohen ofreció en Valencia el pasado 17 de julio. El bajista, compositor y, para mi asombro, ahora cantante, demostró que es uno de los grandes en el jazz actual. Enérgico y sonriente, el israelí dio muestras de lo que mejor sabe hacer: disfrutar tocando. Y eso, amigos lectores, es sencillamente extraordinario. 

Cohen interpretó las canciones de su último proyecto, Aurora, un disco que poseía desde el mismo momento de su publicación pero que, debido a no se qué historias, no había escuchado. Como podrán comprobar, mi sorpresa fue aún mayor al ver en directo materializado este trabajo en el que entremezcla el sonido más clásico del jazz con aromas de Oriente Medio. El despliegue realizado durante este concierto me provocó tal satisfacción que aún hoy, mientras escribo estas palabras, revivo cada instante del mismo. Avishai Cohen hizo que toda la sala se levantara de sus asientos, bailara al ritmo de su contrabajo y cantara junto a la exótica Karen Malka, quien acompaña al grupo del israelí durante esta gira --además de en la grabación del álbum--. 

¿Y qué decir del resto de músicos? Para la ocasión contó con su actual trío formado por el poético Shai Maestro al piano, el exquisito percusionista Itamar Douri --un auténtico fenómeno, dejó boquiabierto a todo el Palau de la Música, soy testigo--, además de Amos Hoffman al oud y la guitarra. El disco, y por ende el concierto, quizá no sea el más completo y mejor de Cohen. Aún con todo, probablemente sea el de mayor emotividad, ya que el israelí no duda en desnudar sin complejos su alma, ofreciéndonos lo más íntimo de su universo musical. Mucha carga étnica, excelentes dosis de jazz, y canciones sorprendente en israelí, inglés y sefardí. Una propuesta muy sugerente. Yo, repito, me quedé asombrado. Grande Avishai, grande.