Un joven que busca su lugar en la música o la faceta literaria de un músico genial (reseña literaria)

Hace ya varios años decidí adorar a un noruego. Tal afirmación resulta impactante pero es la pura verdad, y eso que no soy muy dado a este tipo de pleitesías. Sin embargo, la primera vez que escuché un disco de Ketil Bjørnstad caí rendido a sus pies. Compositor delicado --ha puesto la música a varias películas de Jean-Luc Godard y Ken Loach--, todo un emblema del sello discográfico alemán ECM, pianista sublime... El bueno de Ketil logra conmover en cada disco. Eso es, al menos, a lo que me tenía acostumbrado hasta la fecha. Aún con todo, como ser inquieto que es, su actividad no solo se reduce a la música, ni mucho menos. ¡Qué sorpresa la mía cuando descubrí su faceta literaria! Bjørnstad ha publicado en su país natal más de una veintena de libros y allí, en la gélida, verde y agreste tierra bañada por el mar de Barents y el océano Atlántico es toda una institución, una figura indispensable de su cultura desde hace ya 40 años.

Reconozco que cuando supe que el escandinavo dedicaba su tiempo a la escritura quise leer algo suyo, pero nunca encontré en castellano nada suyo hasta hace poco. Autor versátil y prolífico, Bjørnstad ha escrito biografías noveladas de los pintores Oda Krohg y Edvard Munch, así como del autor Hans Jæger, del músico Ole Bull y la actriz Liv Ullmann. Escritor de poemas, crítico literario y musical, ensayista... Vamos, un auténtico hombre del Renacimiento en pleno siglo XXI.

Bjørnstad es el autor de A la música, que publicó a finales del 2010 la incipiente editorial barcelonesa Juntando Palabras --a ellos les debo la oportunidad de adentrarme en el mundo literario de uno de mis ídolos musicales--. A la música relata un rompecabezas familiar destruido por una muerte en el seno de la propia familia, recuperado con una armonía precaria cuando los personajes descubren que pueden afianzarse en algo que les permita continuar con sus vidas: el piano. Para Aksel, el joven de 15 años a través del que Bjørnstad conduce el peso emocional de la trama, el piano representa el sentido que pueden tener sus días y la ilusión de un futuro. Este libro, al igual que muchos de su carrera, desnuda de una manera implacable las dificultades de sus personajes, narra el deterioro del mundo adulto y sus dilemas oscuros. Esta obra es una novela de crecimiento en el campo de batalla de la música académica, una lucha férrea por encontrar un lugar en el mundo. Conmovedora.