El diciembre de Mathias Eick

Las primeras nevadas. Los árboles y las calles se tiñen de blanco. Las narices de la gente se vuelven rosáceas, casi bermellonas. Los gorros anidan en las cabezas de los más previsores. Los guantes se transforman en una segunda piel. Los abrigos, algunos de mayor grosor y otros que casi no se pueden ni tocar por su cuidado diseño. Los niños, alegres porque saben que pronto tendrán su recompensa. Los adultos, con caras de circunstancias por el temido fin de mes. Y el frío que lo envuelve todo y a todos. Un frío húmedo que se cala en los huesos, en la costa. Otro frío más bien seco que rasga la piel, en las zonas del centro. Frío, al fin y al cabo. Como el que transmite la trompeta de Mathias Eick, suave e intenso que irradia, curiosamente, una calidez inusual. A mí, me encanta. Ese sonido del norte que sugiere lugares tranquilos, chimeneas y mantas por doquier. A disfrutar del invierno amigos míos!

Comentarios

Esther ha dicho que…
Hola, querido Eric,

tu amigo Mathias es muy joven, apenas 31 años y es un romántico empedernido, además es multi-instrumentista, qué bárbaro lo toca todo trompeta, contrabajo, vibráfono, piano y guitarra.

Cojamos las mantas, las bufandas, los guantes y a Mathias y preparémonos para el invierno.

Miles de besos (con resfriado que no me lo quito de encima).

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