Los encuentros de artistas (artículo de prensa)

El arte expresionista de Paula Fraile se pudo ver en el encuentro de artistas urbanos de Hub Madrid.

Resulta cada vez más común ver la evolución del proceso creativo llevado a cabo por artistas en primera línea. El que esto se produzca se debe a la preocupación e inquietud de algunos centros de arte por mostrar al público aquellos movimientos que tienen lugar en la actualidad. Esas inquietudes de las que hablo se han transformado en lo que la mayoría denomina como “encuentros de artistas”, que son, ni más ni menos, que reuniones entre personas que se dedican a esto del arte. Así, podemos encontrarnos con artistas, críticos, comisarios, directores de museos... La finalidad, además de la que mencionaba al principio, no es otra que ofrecer una jornada de puertas abiertas en las que crear, compartir ideas y disfrutar. Y es que este tipo de iniciativas sirven para darle mayor difusión y “buena prensa” --aunque no necesariamente es esta su función-- a los valores artísticos actuales.
Sabemos que la creación de una colección de arte contemporáneo está cada día más en entredicho, al igual que sabemos de la desconfianza en torno al valor del arte. Sin embargo, la exhibición de obras y la interrelación del público durante el proceso de creación de las mismas, hacen más fácil el acceso al arte más actual. Podríamos decir, que gracias a estos encuentros se genera un mayor interés, aunque solo sea por “lo curioso” de la propuesta. Además, y teniendo en cuenta que uno de los conceptos y valores más representativos del arte es el de crear entornos y realidades, el poder encontrar en tu propia ciudad un espacio donde todo eso tenga lugar es de lo más atractivo y, diría yo, significativo.

VARIEDAD
Encuentros de artistas plásticos, de artistas urbanos, de artistas visuales, de artistas emergentes, encuentros de artistas “a secas”... “Para gustos, colores”, dicen algunos. Una gran verdad. Aún con todo, y pese a la diversidad, el objetivo es común: hacer del arte algo más cercano. Cierto es que en muchas ocasiones, los artistas invitados a participar en estas citas se sirven de ellas para plasmar sus pesadillas, es decir, a modo de terapia. Tranquilidad, porque no siempre se da el caso. La gran mayoría dejan su marca personal en este ejercicio colectivo. Hablan de su trayectoria, descubren los porqués de sus creaciones, cuentan anécdotas sobre los procesos que han realizado, intercambian opiniones acerca de la actual situación del arte, etc. Para aquellas personas que deciden ser partícipes de estas confesiones, el hecho de divisar, aunque solo sea de forma difusa, la personalidad de algunos de estos creadores, suscita multitud de preguntas. Recordemos que la gente está desencantada, y ese escepticismo oscurece sus anhelos y sus sueños. Yo creo que el poder tener la oportunidad de experimentar y compartir esas mismas experiencias con los propios artistas, devuelve parte de ese encanto perdido del arte, lo hace más valioso.

MAYOR DIÁLOGO
Con el propósito de crear espacios de diálogo, integración, sensibilización y creación artística, el Espai d’Art Contemporani de Castelló ha acogido este mismo fin de semana un encuentro internacional de performance y arte de acción. En esta cita pudimos ver y escuchar a los artistas Silvia Antolín, Li-Ping Ting, Michel Collet & Valentine Verhaeghe y Hong O-Bong. Todo ellos, procedentes de la escena europea y asiática, realizaron sus respectivas presentaciones en las que trataron el llamado “arte de acción” desde intervenciones que hacen uso del lenguaje poético, de la danza o de la plástica. A través de esta reunión se dio a conocer, un poco más, esa “estrambótica” forma de arte --como la llaman algunos--: la performance.
Esta práctica, que abarca una extensa gama de modos de hacer y, porqué no decirlo, deshacer arte --en ocasiones--, de actuar e intervenir, da forma a manifestaciones muy diferentes entre sí, e incluso divergentes, de ahí su complejidad y, por ende, su creciente animadversión por la mayoría de la sociedad. Pese a esas “malas lenguas”, el interés que despiertan las nuevas tendencias va en aumento. Lo podemos comprobar perfectamente con las propuestas que ofrecen muchos centros internacionales que se sirven de esta fórmula --la de organizar un encuentro-- para alejar los fantasmas del conservadurismo y “hermetismo” intelectual en torno a las nuevas prácticas artísticas. Otro ejemplo que puedo poner es el que se llevó a cabo en Hub Madrid, donde varios artistas plasmaron sus miedos en varios colchones, algo llamativo.
Hay que dar, al menos, un pequeño voto de confianza al arte contemporáneo. Con la realización de estas jornadas se pretende acceder a nuevos y particulares puntos de vista, tomando como referencia la experiencia de los artistas, tanto en su campo profesional como el personal, ya que muchas veces ambos van ligados. Estas reflexiones permiten fortalecer la instalación e implementación de nuevos conceptos en el arte, y eso, creo, es más que necesario hoy día. Los debates sobre la teoría y práctica artísticas de los propios artistas se llegan a entender mejor gracias a los ya famosos “encuentros”. Recuerden que su propósito es el de centrar nuestra atención en la formación y evolución de la sociedad artística y hacer de “su” espacio, “nuestro” espacio. Digamos, de otra forma, que estas iniciativas persiguen llevar a cabo programas que desarrollen la capacidad de relación y conocimiento del hecho artístico, ni más ni menos. Vale la pena correr el riesgo, ¿no?

Comentarios

Esther ha dicho que…
Querido super Eric,

te deseo lo mejor en estas fiestas y un magnífico 2011. Que sigas escribiendo tan buenos artículos de arte que nos hacen reflexionar a todos.

Miles y miles de besos!
Eric GC ha dicho que…
Esther, compartir contigo cada inquietud es un honor. Te mando muchos besos y abrazo y te deseo una feliz navidad.

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