Mirar el mundo con ironía y optimismo (reseña literaria)

Existen personajes difíciles de definir. Personas con infinidad de virtudes que hicieron del arte su modo de vida. Alphonse Allais es uno de estos seres complejos que vivieron inmersos en un constante estudio e investigación de la condición humana a través de sus relatos, su pintura y sus artículos periodísticos. Hablar de Allais es hablar de un hombre decimonónico por antonomasia. Prolífico narrador, compositor de música silenciosa, pintor de cuadros monocromos y maestro del humor. Lo hizo prácticamente todo. Considerado por muchos como la primera clara referencia del minimalismo francés, a lo largo de su vida escribiría más de 1.700 relatos cortos, dos obras de teatro, una novela y numerosos poemas y aforismos. La mayoría de sus escritos poseían un humor cargado de ironía, aunque, eso sí, de muy fácil lectura, concisos. Los textos de Allais estaban desprovistos de cualquier dramatismo. Al leer uno de sus relatos nos damos cuenta de que, en realidad, no existen los “malos”. Todo el mundo es bueno. Era, dicho de otro modo, un optimista absoluto. Creía en el ser humano y así lo reflejaba a través de su narrativa.
A pesar de ser un autor imprescindible en Francia y parte de Europa, aquí en España tan solo nos ha llegado una ínfima parte de su obra. En este sentido, debemos dar gracias a la editorial cordobesa El Olivo Azul por publicar algunos de sus mejores relatos en el libro Morir de risa. Historias gatonegrinas. Con prólogo de Andrés Barba, nos adentramos en el universo cómico de este autor para comprender algo tan sencillo como que es necesaria la risa para poder estar vivo. Allais pareció comprender a muy temprana edad que un mundo tomado literalmente en serio, se vuelve cómico de inmediato. Barba lo explica claramente cuando dice que “leer estos relatos de Allais es entender algo esencial sobre la vida: que para comprender y celebrar lo que somos es necesario reír”.
Todos los relatos de Allais nos ofrecen algo diferente. El más intrascendente suceso cotidiano da pie a una historia asombrosa cargada de imaginación y sorpresa. Alphonse Allais fue un humorista con mayúsculas, inteligente y concienzudo --dedicarse al humor no significa dejarse llevar por la tontería, no se equivoquen--. “Hablamos de matar el tiempo como si no fuera el tiempo el que nos mata a nosotros”, dijo una vez el autor francés. Sus citas son célebres. Algunas de ellas las podemos leer en esta magnífica selección de relatos que El Olivo Azul nos ofrece ahora.

Comentarios

Entradas populares