Nobel para un poeta nórdico (artículo de prensa)

Tomas Tranströmer. Fotografía realizada por The international service of Büro für Fotografie gezett


Muchos creen que en una provincia pequeña no prestamos atención a los grandes acontecimientos que inundan las páginas y telediarios internacionales. Hay quienes se empeñan en encerrarse en su propia coraza del mal llamado “localismo” y dejan pasar la oportunidad de abrir su mente hacia el exterior, hecho este que les ayudaría a experimentar momentos memorables en sus respectivas vidas. Nosotros, aquellas personas que nos involucramos cada semana en el terreno cultural, tenemos la suerte --o eso creo yo-- de no imponernos vendas en los ojos, ni tapones en los oídos, ni pañuelos o cintas adhesivas en la boca. Queremos, de forma egoísta lo digo, ver, oír y hablar de todo lo concerniente al mundo de la cultura y, por ende, del ser humano. Por esa misma razón, ¿por qué no hablar del último premio Nobel de literatura, el poeta sueco Tomas Tranströmer? Para muchos, este autor es un completo desconocido. Sin embargo, en Castellón ya hemos hablado de él. Ocurría en marzo del año 2009, cuando nuestro amigo, el escritor de Vila-real, Vicent Usó destacaba la obra La plaza salvaje y decía, con gran conocimiento de causa --Usó es un erudito en esto de las letras, no nos olvidemos--, que Tranströmer es uno de los que más ha influido en la poesía universal.
En aquella ocasión, Usó nos descubría algunas de las peculiaridades de un hombre que ahora ha visto recompensado su enigmática creatividad poética. “La poesía de Tranströmer bebe de los clásicos y al mismo tiempo del surrealismo, de los relatos bíblicos y de la poesía barroca, de la propia experiencia y de las doctrinas psicológicas y las interpretaciones metafísicas”, decía Usó, y añadía que “quien se decida a leerlo encontrará una poesía rica en imágenes y con referencias filosóficas que reclaman, eso sí, una lectura muy atenta”. Como ven, desde Castellón también nos hacemos eco de los grandes acontecimientos e incluso somos partícipes de los mismos haciendo uso de algo tan valioso como es opinar sobre los mismos. Nuestra voz, al igual que la del resto de zonas de este mundo, es importante. Por ese motivo, me parecía propicio recuperar lo dicho por Vicent Usó hace ya dos años, ya que es un tema de gran actualidad.
El jurado del premio Nobel decidió otorgarle el prestigioso galardón, “porque a través de sus imágenes condensadas y translúcidas nos permite el acceso a la realidad”. Algunas de esas imágenes condensadas y translúcidas que le han valido tal reconocimiento las podemos encontrar en las obras El cielo a medio hacer --una antología que recoge parte de su producción-- y Deshielo a mediodía --donde se reúne casi el resto de su obra--, ambas publicadas por una de nuestras editoriales independientes favoritas, Nórdica Libros, de la que ya hemos reseñado algunas de sus publicaciones. Desde la editorial tienen claro que la obra de Tomas Tranströmer “es una fuente de inspiración para muchos poetas”. Asimismo, cabe destacar que sus versos son los más traducidos en Estados Unidos tras los de Pablo Neruda, un hecho a tener en cuenta, a razón del gran mercado editorial que existe en el país americano. Así pues, resulta curioso que un autor de su talla sea prácticamente un desconocido en España. Desde aquí nos contentamos al saber que “uno de los nuestros” conocía bien su poética. En Castellón nos preocupan muchas cosas e insisto en la necesidad de compartir esas experiencias con el resto de la sociedad. La obra de Tomas Tranströmer está llena de metáforas maravillosas, muy sencillas, con mucho de cotidianeidad; nos acerca a otra cultura, algo que ya podemos descubrir.

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