Ese Los Ángeles noir...

Art Pepper climbing the hill on Fargo Street in Los Angeles near his home symbolizing his up-hill struggle with his drug addiction and his career. Photo: William Claxton

Muchos creen que la ciudad de Los Ángeles simboliza el lujo, el glamour, la vida fácil y las fiestas más alocadas. Hollywood, Beverly Hills, Disneyland, Malibú, Rodeo Drive, Santa Mónica... son auténticos paraísos creados para el divertimento y el placer, lugares en los que el ocio es ilimitado y cuyas doctrinas en pro de la felicidad eterna son impepinables. Todo es de color de rosa. O eso nos dicen. Sin embargo, para mí, LA es uno de los centros de mayor perdición que puedan existir. Drogas, prostitución, corrupción policial, asesinatos, mafias, borrachos, actores desgraciados, músicos enganchados y escritores misóginos y babosos. Ese es el Los Ángeles que he percibido a lo largo de los años, a través de la mirada de personajes como Henry Chinaski (alter ego de Charles Bukowski); el protagonista de Abluciones, de Patrick deWitt; Hank Moody, el escritor caradura interpretado por David Duchovny en Californication (una serie que me enganchó de forma increíble, lo reconozco); Art Pepper y su desgarrador saxofón (recordemos que el pobre de Art estuvo varias veces en prisión a causa de las drogas); el último Chet Baker y su rostro tatuado de arrugas debido al exceso del alcohol y drogas; los protagonistas de L. A. Confidential, el filme de Curtis Hanson que retrata perfectamente la corrupción en la década de los 40; o la película Collateral, de Michael Mann, cuyo retrato de la ciudad es más que significativo (en la cinta hay una frase espeluznante como es: "un tío sube al metro de Los Ángeles y se muere... ¿crees que alguien se da cuenta?"); y un larguísimo etcétera. Todos ellos han visto y sentido el poder de una ciudad para corromper nuestras almas.
Sueños frustrados, decepciones constantes, depresiones enfrascadas en alcohol, drogas de toda clase, violencia gratuita. Ese Los Ángeles noir se esconde, normalmente, bajo un halo de hipocresía fomentado por ese "establishment" comercial que potencian las multinacionales del celuloide. ¿Cuál es el verdadero rostro de LA? Yo creo, llegados a este punto, que nadie lo sabe. Viven con tal intensidad su propia mentira que ya nada importa. Sobreviven de cualquier modo en ese estado de guerra que controla todo y nada con sus infinitos tentáculos. Y es que por LA desfilan personajes curiosos y excéntricos que giran, como el propio Bukowski apuntaría en su novela Hollywood, "al compás del sacrosanto dólar". 
Gracias a esas lecturas, esos músicos y actores que ya mencioné, uno se da cuenta de la crudeza que existe en una ciudad que dista mucho de esa idea modélica que nos han vendido durante tantos años. Para mí, Los Ángeles está conformada de personas al borde del abismo, mucho humor negro y pequeñas dosis de desesperación. Quizá me equivoque, o no.
Y como diría el bueno de Buk: "Si ocurre algo malo, bebes para olvidar, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no pasa nada, bebes para que pase algo"

Comentarios

Esther ha dicho que…
ja ja ja ja La última frase es muy buena. Vamos, que le gustaba beber. Y a quién no.

Art Pepper con los años y después de salir de la cárcel tocó cada vez mejor.

No tengo ni idea cuál es el verdadero rostro de LA. Sé que su jazz me gusta.

Muchos besos.
Eric GC ha dicho que…
En lo del jazz, Esther, coincido plenamente. Es un jazz duro, que sale de las entrañas. Gracias por seguir siendo mi fiel comentarista. Un besazo.
Claire ha dicho que…
Toda gran ciudad tiene grandes peligros, la cuestión es percibirlos y alejarse de ellos.
:)

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