Una actitud ante la vida

El jazz como forma de existencia. El jazz para sentir la vida. El jazz para sentir que somos necesarios el uno del otro. Estas definiciones no son equívocas. Pregunté a una amiga cómo empezar este artículo. Ella, tras un minuto de reflexión, comenzó a realizar sugerencias. En un visto y no visto, ahí estábamos los dos, charlando largo y tendido, bromeando, haciéndonos recomendaciones mutuas... El jazz, como toda música, une.
El gran narrador Julio Cortázar dijo una vez que “la música es superior a la literatura”. Teniendo en cuenta este sentimiento de unión del que hablo, creo que tiene toda la razón. La música tiene un poder especial, oculto a simple vista, pero con una fuerza atroz. Si hablamos de jazz, debemos tener en cuenta que está considerado una de las formas artísticas más influyentes del siglo XX junto con el rock y el cine. Y esto no me lo invento yo.
Por otra parte, quisiera preguntar, así en voz alta, ¿qué significa verdaderamente esto del jazz? Lo pregunto porque, tal y como apunta Philip Larkin en su obra All what jazz, “un interesante efecto colateral del jazz es que se ha erigido, en el imaginario público, en el ideal de la vie de bohème”. Muchos creen que es algo ajeno, elitista, de unos pocos. Sin embargo, “el estatus del músico de jazz está entre los más bajos de la escala social porque su vida está estrechamente vinculada al mundo de los clubes nocturnos”, tal y como remarca el propio Larkin. Así, cabe preguntarse de nuevo, ¿es sólo música o una forma de vida? Leyendo una entrevista que le hicieron al guitarrista mexicano Miguel Bermejo extraje esta reflexión: “el jazz es una forma de vida, una manera de ser, no sólo una opción o una decisión a nivel musical... el jazzista tiene que ser capaz de... vivir realmente de su oficio y capaz, sobre todo, de una cosa: enfrentarse a su propia soledad, reconocerse en ella y, de ahí, improvisar”. Al igual que Bermejo, son muchos los músicos que coinciden en este punto. En mi caso, decir que tengo una relación especial entre la música y la literatura. Siempre que escribo estoy escuchando música. La música me impulsa, me hace imaginar. En este sentido, sí puedo decir que el jazz es una metáfora de la vida, una actitud ante la vida.


Art Pepper interpretando The Summer Knows junto a George Cables, Elvin Jones y David Williams. Esta grabación data de 1976, época en la que Pepper comenzaría a resucitar musical y personalmente tras sus épocas de drogas y encarcelamientos. El caso de Art Pepper es uno de los más ejemplicadores en cuanto a cómo un hombre, gracias a su amor por el jazz, volvió a resucitar. Como podéis comprobar, el jazz es mucho jazz. 

Comentarios

Claire ha dicho que…
Efectivamente,el jazz es cultura, es armonía, es equilibrio, pero sobre todo:el jazz es vida.
Eric GC ha dicho que…
Jazz is life!!!
Ruby Fernández ha dicho que…
Si fuera Piedra sería cuerda, si es cuerda es Avishai Cohen, si fuera una piedra grande sobre la que caen piedras pequeñas, sería Metheny, si fuera un viento cálido y pesado de verano sería Gerry Mulligan.......Is life and is creation...

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