"Álbum del mes: ÅPNING" ENERO'11

En 1973 vería la luz el primer trabajo de una de aquellas personas que buscan el sentido de la vida en las artes y las letras. Pianista delicado, compositor con unas dotes increíbles, poeta y autor de novelas --ha publicado más de 20 títulos--, el noruego Ketil Bjørnstad es uno de esos iconos que decidí adorar hace ya unos cuantos años. Acostumbrado, como estaba, a sus álbumes instrumentales más clásicos, acompañado a veces por algunas de las voces escandinavas más atractivas y seductoras que se pueden escuchar, descubrí hace poco su primer disco, que me ha dejado alucinando durante varios días. ¿Por qué? Pues, básicamente, el hecho de toparme con un Bjørnstad mucho más cercano al jazz ha sido una grata sorpresa. Más aún, cuando ese jazz es el que a principios de la década de los 70 del siglo XX empezaría a buscar nuevas fórmulas y sonidos con los que fusionarse y que vieron en Europa su particular paraíso. Fue entonces cuando saldrían a la palestra nombres como Jan Garbarek, Pat Metheny, Keith Jarrett, Ralph Towner, Eberhard Weber, Terje Rypdal… ¿Qué tenían en común? Todos pudieron investigar y mostrar sus nuevos ritmos gracias al sello alemán ECM. La visión de Manfred Eicher --el gran artífice de la discográfica independiente más importante de Europa-- fue clave para entender lo que ahora denominan algunos “el jazz europeo” --a pesar de que fueran muchos los músicos norteamericanos que grabaran para el sello--.
El disco Åpning, de Ketil Bjørnstad, no se grabó con ECM sino en Phillips, pero bien es cierto que su sonido se asemeja mucho a esa “buena onda”. Al escuchar el magnífico In a silent way de Miles Davis, el noruego vio que debía iniciar su propia andadura en esto del jazz. Fue entonces cuando uniría fuerzas con otro de aquellos magos escandinavos, el batería Jon Christensen --asiduo también en los discos de Garbarek y Jarrett--. Esta sería la primera colaboración entre ambos que contaría, además, con la complicidad del bajista Arild Andersen, otro clásico de ECM, y Jon Eberson en la guitarra. Estos cuatro mosqueteros del norte crearon a ritmo de jazz-funk-soul un disco de aúpa. Quizá sea mi amor por Bjørnstad pero el disco es una auténtica maravilla en la que el músico alterna el piano clásico con los teclados --al más puro estilo Josef Zawinul--. Ritmos electrizantes y momentos que recuerdan, a veces, a otro genio de la composición como Vangelis --hay momentos en los que el teclado se asemeja a ese sonido electrónico que el griego hizo patrimonio musical--. Sin duda, Åpning es un discazo. Dificilísimo de encontrar, vale la pena perder el tiempo en esa empresa.

Comentarios

Esther ha dicho que…
El disco se puede escuchar entero en Spotify, lo acabo de encontrar. A ver qué tal suena, empiezo a escuchar.

Un beso!

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