Observación vitalista

Carlos Marzal fotografiado por Francisco Poyato

Los títulos de los libros o películas sirven de carta de presentación. Algunas veces atraen al primer vistazo, otras denotan un posterior suplicio --el que se da si la novela o el filme es malo de narices--. El último libro de Carlos Marzal es de los primeros. Los pobres desgraciados hijos de perra, publicado por Tusquets, no deja a nadie indiferente. La juventud, el deseo de exprimir la vida al máximo, eso que llaman “vivir al límite”, con todas sus consecuencias, ese es el espíritu que encontramos en los doce cuentos que conforman esta obra y que ha supuesto el retorno a la narravita del que fuera Premio Nacional de Poesía por Metales pesados. Pero, ¿quiénes son esos desgraciados hijos de perra de los que habla? Eso habría que descubrirlo con la lectura de todos los relatos de libro que sigue la estética de sus poemas, es decir, que presentan “esas pequeñas ráfagas de milimétrica observación vitalista que alcanzaban con aparente humildad el rango de dogma”, como bien dice Juan Carlos Fernández León. Y es que Marzal consigue convertir lo cotidiano en literatura, una proeza que muchos nos saben apreciar. El escritor y poeta presentará esta su última obra en Castellón el próximo 19 de enero. Por si interesa!

Comentarios

Esther ha dicho que…
Gracias por la recomendación. Eric, la apunto en mi lista de libros por leer.

Miles de besos.

PD. Tiene cara de comer buenas paellas.
Eric GC ha dicho que…
Lo de las paellas no lo sé. Sí puedo asegurarte que un servidor es gran amante.

Más y más besos

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