Una reflexión de Michèle Lachowsky y Joël Benzakin

Como lo prometido es deuda... os dejo con el editorial de los comisarios de exposiciones del EACC Michèle Lachowsky y Joël Benzakin, en el que nos explican un poco de qué va el proyecto Avencidamientos discretos. El texto apareció publicado este domingo, 11 de abril, en el número 0.

<< Hoy en día tanto la economía, como las prácticas culturales han cedido a los efectos de la deslocalización. En lo relativo a las grandes manifestaciones artísticas estas funcionan bajo una ilusión de diversidad basada en la constante migración a países exóticos o la organización de eventos mezclando distintos horizontes. Estas prácticas culturales deben su existencia al hecho de comprimir el tiempo y el espacio para lograr la necesaria mediatización, la cual permite la conexión ineludible para reivindicar la intención de estar “en todas partes y al mismo tiempo”.
Estos eventos no son más que la ilusión de un desplazamiento mientras que en realidad son las apariciones virtuales de un mismo centro, de un epicentro dedicado a los intereses de un mercado sostenido gracias a la sobreexposición.
Estas compresiones, imprescindibles para la demanda de una velocidad generalizada, únicamente permiten la difusión de una cultura de “cortar/pegar” que llega anestesiada impidiendo cualquier veleidad de reflexión, de retroceso, de distanciamiento propicio al análisis, a la inscripción en un tiempo y en un espacio recobrado, repensado.
Desde entonces se plantean en otros términos preguntas tales como el espacio necesario para la exposición, el programa, la invitación de los artistas para producir, para apropiarse de los espacios periféricos, generando prácticas a largo plazo.
Re-localización, será la condición de una posible reapropiación de este espacio, donde pueda tener lugar las experiencias favorables a “...la creación de avecindamientos discretos, la dispersión de partículas... a la propuesta de fronteras en la extensión, a la complicación de concentraciones, la captación de explosiones, al reagrupamiento de multitudes...”
Esta reconsideración de lo local no tiene vocación de oponerse a lo global o de proponer una visión proteccionista, pero ofrece un espacio de partición, un tiempo necesario para el intercambio que permita una lógica de participación, de la posible revelación de un “genius loci”.
Estas son también las prácticas que deberíamos plantearnos para no hacer de la exposición un simple contenedor de obras concentradas en un lugar y en un tiempo dados, como un producto manufacturado para el consumo cultural, una oferta sin participación que el público únicamente puede aceptar o rechazar. Rechazados “los productos” es necesario proponer nuevas experiencias para iniciar la realización de obras que no serán más que el resultado de un pasaje, de una etapa previa a su distribución en el mercado, al contrario es necesario establecer nuevas reglas de cohabitación entre los protagonistas. Desde esta perspectiva planteamos la invitación de grupos de artistas que puedan responder a la posibilidad de habitar un espacio, desde el mantenimiento de la diversidad de sus prácticas, la ocasión de intercambiar las ideas, de desarrollar diferentes proyectos y de asociar a este movimiento los actores exteriores son una primera respuesta a la necesaria construcción de un interés común.
Desde este “lugar” podremos imaginar un cuestionamiento más preciso sobre los modelos de la creación actual, de las formas de sumisión de la resistencia a las ideas globalizadoras, a las interrogaciones complejas se encuentran propuestas de soluciones simples en relación con el sentido común y la economía de medios.
Estas son las razones principales que invitan hoy en día al Espai, tras el tiempo dedicado a las exposiciones monográficas, a abrir un espacio en sus futuros proyectos, que de paso a la sana agitación de manifestaciones colectivas.>>

Denicolai & Provoost, ‘A dream called Macba, Moca, Moma, etc...’, still 01.

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