'Afterpop, Fernández&Fernández' (entrevista)

Uno no sabe muy bien qué pensar cuando ve a dos de los escritores más influyentes de la actualidad, en castellano, subidos en un escenario haciendo una teatralización de sus propios textos, mezclando imágenes y músicas. Aún así, cuando los ves en acción no puedes resistir la tentación de sonreír primero, y vitorearlos después. Como si de un grupo de fans se tratase, los espectadores que asistieron al Espai d’Art Contemporani de Castelló para ver a un gallego y un catalán, dos hombres de letras y mucho más, no dejaron de aplaudir este proyecto tan original.
La extrañeza, amiga de estos nuevos mundos del arte y las letras, hizo, cómo no, acto de presencia en el ciclo Espaisonor con la visita de Agustín Fernández Mallo y Eloi Fernández Porta. Hace poco ya nos hacíamos eco de la unión de la ‘nocilla’ con el ‘afterpop’; una unión que suscita cada vez más curiosidades. Y allí estuvimos nosotros como buenos investigadores de las manifestaciones artísticas que se desarrollan. Cuadernos no podía perderse la oportunidad de entablar una conversación “entre amigos”, en petit commité, con ambos literatos del siglo XXI. Lo primero, y quizá lo que mayor intriga nos provocaba, fue saber cómo surgió esta unión entre ambos y de qué forma empezó este proyecto de spoken word que lleva por título Afterpop. Fernández & Fernández. Este es el resultado de la charla que mantuvimos con los autores de Nocilla experience y Homo sampler, entre otras novelas.

Pregunta: ¿Cómo empezó todo?

Agustín Fernández Mallo: Tal como recuerdo yo la historia, que para esto siempre hay versiones y versiones, Eloi presentaba en este formato sus libros, fundamentalmente ‘Afterpop’
Eloi Fernández Porta: Debo decir que yo los presentaba en una sesión de ‘spoken word’ algo sencilla. Fue la colaboración con Agustín lo que me permitió pulir esto y hacer algo más presentable en su formato. A partir de ahí, pusimos en común las ideas de los dos, su narrativa a mi teoría, su teoría a mis textos poéticos y demás.

P: ¿Cómo entremezcláis los textos con la música y las imágenes? ¿Seguís una pauta, un orden?

A. F.: Al azar. Confío en un sexto sentido que me dice que eso va a funcionar. Es como cuando escribes una novela, un poema, que surge poco a poco. Yo no me lo planteo demasiado.
E. F.: Soy muy aficionado a la música instrumental, me gusta más que la cantada. Me ayuda a escribir y trabajar, de modo que se relaciona una cosa con otra. No me resulta difícil seleccionar una pieza de post-rock, rock instrumental, jazz o experimental y buscar el texto que se corresponde con él. A veces lo haces más musical y otras lo utilizas tan solo como un fondo.

P: ¿Y cómo lleváis el éxito que están teniendo estas actuaciones? ¿Os sorprende que venga tanta gente a veros?

A. F.: La verdad es que vamos a más. Cada vez nos llaman de más lugares. Al principio, la gente se queda un poco extraña, con la sensación de salir del espectáculo y no saber bien, bien, lo que han visto. Eso a mí me interesa muchísimo. Ese “no saber” qué acaban de ver, esa extrañeza. Hemos estado recientemente en Mexico DF, fuimos a Colombia, aunque finalmente se canceló, y digamos que nos reclaman un poco más. La respuesta de la gente es mejor.
E. F.: La vez que lo hicimos en México nos dimos cuenta de que podíamos ir a cualquier lado ya que el personal se implicó mucho en la actuación y llenó la sala.

P: ¿Cómo compaginar esa faceta de escritor, de carácter más personal e íntimo, con esta otra en la que ambos estáis de cara al público?

A. F.: Va mucho con el temperamento de cada uno. Yo como ya había tocado la batería con algunos grupos pues ya no siento ese respeto, en un principio, que puede dar un escenario con público. Además, date cuenta de que al ser ambos escritores nos llaman para realizar muchas conferencias, con lo que el hablar en público está controlado. Más que nada, nos preocupa más tener controlada la música y el vídeo que vayamos a proyectar que el mero hecho de hacer el espectáculo. Eloi, además tiene unas dotes de interpretación bárbaras --se ríe--.
E. F.: Para mí lo interesante de todo esto es combinar el trabajo de Agustín y el mío, su carácter con el mío, cómo hay cosas que las hemos ensayado cien veces, las hemos pulido, aspectos que tenemos muy controlados, y otros que los dejamos a la improvisación siendo más directos, más “sucios”. Digamos que existe una dialéctica entre ambos.
A. F.: Lo que acaba de decir Eloi me parece muy importante. Date cuenta de que sus textos son muy diferentes a los míos, su voz, su timbre de voz, es distinta a la mía, la música que incluimos también… esto provoca cierto “ping pong” que me resulta muy interesante. Yo hacer esto solo, creo que me parecería muy aburrido y, sin embargo, con Eloi me divierto mucho.

P: Entonces, por lo que parece, vais a seguir ahondando en este tipo de presentaciones, ¿no?

E. F.: Si. Lo hemos incorporado mucho a nuestro proceso de trabajo. Ahora, mientras estoy escribiendo un texto voy fijándome en si posteriormente lo podré utilizar en una sesión y viceversa, es decir, mientras estoy en plena actuación me vienen a la cabeza cosas que luego aplico a mis obras. Digamos que esto es un trabajo que me sirve de puente entre libro y libro. Ahora mismo, no concibo mi trabajo sin hacer el ‘Fernández & Fernández’. Es una extensión más de mí, como proceso creativo.
A. F.: A mí me ocurre lo mismo. Lo tengo incorporado. Entonces, mientras escribo un libro también estoy haciendo esto. Es un “pack” que ya no lo puedes separar de tu cabeza.

 

Eloi Fernández Porta y Agustín Fernández Mallo en el EACC

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