Un acercamiento al padre del pesimismo trágico (reseña literaria)

Siempre ha sentido cierta atracción hacia el “pater” por excelencia del pesimismo. La figura gruñona de Arthur Schopenhauer me resulta inquietante y sorprendente. Recuerdo uno de mis primeros encuentros con el de Danzig. Yo apenas contaba con la veintena y como rara avis que era por aquél entonces --y ahora también-- me enfrasqué en la lectura de una serie de obritas que Alianza Editorial había publicado sobre el filósofo y que recogían extractos de otros escritos en los que poder comprobar la exquisita argumentación sobre situaciones y aspectos de la vida decimonónica, como puedan ser el sistema judicial de la época, el ferrocarril, los escritores contemporáneos a él, el lenguaje, las mujeres… El problema de Schopenhauer, y lo que le hizo famoso, fue que hizo del insulto todo un arte. Así, en estos pequeños pensamientos los insultos, improperios, ofensas, escarnios y sentencias tajantes eran los auténticos protagonistas. Hombre con cara de pocos amigos, misógino y pesimista como el que más, el poder de sus palabras y la valentía de criticar todo aquello que le perturbaba --que era prácticamente todo-- fue lo que me llamó la atención. Por ese motivo, quise ahondar un poco más sobre su figura y me encontré con una extraordinaria biografía --sin duda la más completa-- dedicada al genial autor de El mundo como voluntad y representación. El filósofo, ensayista y escritor alemán Rüdiger Safranski brinda al lector en su Schopenhauer y los años salvajes de la filosofía, que publicó la editorial Tusquets, las claves para comprender uno de los sistemas filosóficos más grandiosos, atractivos y coherentes --aunque no lo crean-- de nuestra historia. Y es que en un momento en el que imperaba todavía ese culto a la Razón de Kant, Schopenhauer empezó a incluir conceptos que hoy día forman parte de nuestro modo de vida y de pensamiento como pueden ser el irracionalismo, el pesimismo trágico, la primacía de la voluntad, de los instintos y del deseo, así como la importancia del arte para entender la naturaleza del ser humano. Esta biografía explora con detalle la eclosión del idealismo y romanticismo germanos y también la, a menudo, dramática vida del pensador que nunca se conformó con lo que le rodeaba. Safranski desvela algunos de los porqués que yo me preguntaba al leer esos pequeños escritos tan demoledores. Sin duda, esta lectura ayuda a entender a una figura clave de nuestra historia.