Digamos...

Prepotentes, mirones, engreídos, cretinos... Por desgracia, la mayoría de aquellos que controlan este mundo son merecedores de tales apelativos. Digamos, que la vida es injusta. Digamos, también, que las circunstancias no acompañan para mejorar esta situación. Digamos, finalmente, que el ser humano puede llegar a tal punto de idiotez que asombra. ¿Cómo mejorar esto? Obviamente, la extinción de todos esos seres con chaquetas, corbatas y gominas baratas o con trajes y faldas de punto en blanco, no es una solución plausible. Más que nada, porque no soy tan cruel y de ningún modo quisiera equipararme a esos herméticos intelectuales que miran más por sus bolsillos forrados con el dinero de los contribuyentes que por el bienestar común. Parece mentira que pasando lo que estamos pasando --y lo que ya hemos vivido durante toda la historia de la humanidad-- seamos tan estúpidos de caer una y otra vez en los mismos pecados. Digamos, que nunca aprenderemos. Y yo me pregunto, día sí y día también, cuánta tontería somos capaces de tragar y tragar. ¿No deberíamos estar ya empachados de tanta mentira, tanta decepción? Nos dicen cómo, dónde, cuándo y porqué debemos hacer las cosas. Nos lo dicen unos simples espectros, sin alma, aves de rapiña que vagan en busca de restos a los que hincarle el diente. Y la mayoría se creen esas historias de cuentos y colores. Sin embargo, no todos estamos dispuestos a caer en la manipulación por culpa de esas fechorías. El mundo de las artes y las letras están ahí para ayudarnos.
Esta pasada semana pude entrevistar al actor teatral castellonense Tian Gombau (finalista de los premios MAX) y me dijo algo que comparto plenamente y que, creo, viene al caso perfectamente: "El arte sirve para cultivar aquellas facetas humanas que otras cosas no te permiten cultivar: el alma, el espíritu, las emociones, las ideas… Eso está todo incluido dentro del teatro. Esa es la función que tiene el arte: el poder despertar tus sueños, saber que puede haber un mundo diferente al que tenemos. Por ese motivo muchas veces ha sido censurado, porque el arte te ayuda a sentir y a pensar. Muchas veces, pensar de manera diferente a los poderosos". Por ese motivo, si alguien todavía duda del poder de la cultura, digamos que estaría muy pero que muy equivocado. Digamos que... sería un tonto.

P. D.: De regalo, una canción de Emiliana Torrini: Today has been ok



Comentarios

Claire ha dicho que…
Siempre he pensado que los que más dicen y más mandan son los que realmente menos poder tienen,y me refiero al poder intelectual. Porque no sirve de nada ordenar, exigir y presionar cuando uno no llega ni al mínimo nivel, y eso al fin y al cabo, se nota.
Y la indiferencia es el arma más poderosa, así que a emplearla para que esa imaginación, esos ideales y esos objetivos no se estanquen con el ambiente tóxico que envuelven a estos seres.
Y más tú, fiel luchador y muestra de la autenticidad y el saber.
:)
Eric GC ha dicho que…
Thanks a lot! Tú sigues la misma senda de la autenticidad y el saber. Eres mu crack!

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