Una ‘villa delitiosa di Roma’ (artículo de prensa)

Infidelidad, ambigüedad sexual, mentiras, simulaciones y disimulos. Todos estos elementos se dan cita en una de las óperas más raras, en cuanto a su ejecución, de Antonio Vivaldi. Hablamos de la primera ópera reconocida, a día de hoy, de ‘Il Prete Rosso’, que data de 1713 y cuyo nombre es Ottone in villa. Encargada por el gobernador de Vicenza, Antonio Francesco Farsetti, y con libreto escrito por Domenico Lalli -–pseudónimo del poeta Sebastiano Biancardi--, esta obra fue estrenada en el teatro de Garzerie, en Vicenza, un 17 de mayo. Ahora, casi tres siglos más tarde, el 23 de mayo, el Auditori de Castelló tendrá el placer de descubrir, de nuevo, la majestuosidad de esta gran ópera barroca. De la mano de Il Giardino Armonico y Giovanni Antonini, recuperaremos los parajes de la “villa delitiosa di Roma”, retiro del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Ottone.
ópera, ¡qué delicia!
En anteriores ocasiones he incidido en la importante demanda operística por parte de los castellonenses. Sabemos, aquellos que amamos la música y somos conscientes de la realidad, que es difícil poder contar con una amplia programación de ópera anual debido a sus elevados costes y organización. Quizá por esa razón, saboreamos por partida doble todas y cada una de las actuaciones que finalmente llegan a nuestra “casa”. El caso de este Ottone in villa es ejemplo de ello.
No tengo miedo en predecir que este será uno de los conciertos más aclamados del año. Y lo digo con cierto conocimiento de causa, puesto que hace ya unos dos años, cuando el grandísimo René Jacobs visitó Castellón con la Freiburger Barockorchester para interpretar la ópera Giulio Cesare, de Haendel, el Auditori vibró, vibró y vibró. Fue una actuación maravillosa, de esas que permanecen en nuestra memoria por mucho tiempo.
En aquella ocasión, Sandrine Piau –-ni más ni menos-- fue la gran estrella junto a Lawrence Zazzo. Ahora, Antonini sustituirá sobre el escenario a Jacobs y las voces de Roberta Invernizzi, Veronica Canguemi, Sonia Prina y el tenor Topi Lehtipuu, harán lo propio con Piau y Zazzo. Para los que frecuentan y curiosean por los caminos de la música barroca, sabrán que estos nombres forman parte de la “crème de la crème” junto a muchos otros. Así, basta decir que viviremos una actuación memorable, ya que la obra y los componentes de Il Giardino Armonico, bien lo merecen.
Ottone in villa es un “drama da recitarsi nel nuevo teatro de comici italiani”, es decir, una de las piezas que dieron un aire nuevo a la escena operística de la Venecia vivaldiana. Como en la mayoría de las composiciones de Vivaldi, se respira alegría y entusiasmo en muchos de sus pasajes. Según dicen aquellos más expertos que un servidor, “desde los exóticos ‘concerti da camera’, compuestos para la corte de Mantua hasta los inquietantes conciertos para violín de su última época, además de otras decenas de piezas concertantes, la música barroca italiana de Vivaldi, ofrece contrastes sutiles y emociones refinadas”. El legado de ‘Il Prete Rosso’ se caracteriza por complementar la diversidad de estilos que conforman el Barroco musical, el alemán, el francés, inglés y obviamente el poderoso centro italiano.
¡oh, vivaldi!
La importancia del aporte de Vivaldi radica en haber consolidado la estructura del concierto como género, además de crear algunas de las óperas más importantes del siglo XVIII. Compositor de unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 conciertos y 46 óperas, Vivaldi es especialmente conocido, a nivel popular, por ser el autor ‘Las cuatro estaciones’. Sin embargo, como un seguidor fiel de su obra, como me considero, el aporte de Antonio Lucio Vivaldi fue mucho más amplio. Sin duda alguna, el sacerdote veneciano es uno de los pilares fundamentales para comprender la historia de la música. Escuchar sus obras --y aquellos que suelen hacerlo me entenderán-- supone una auténtica revolución para los sentidos. ¡Vivaldi, oh, Vivaldi! Dentro de muy poco volveremos a sentir su magia en Castellón.

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