Arte de acción. Otra forma de ver la expresión artística / 'Avecindamientos discretos'

El arte es acción. Queramos o no, esta afirmación es una realidad latente. Los nuevos puntos de vista surgidos en el último siglo han provocado que veamos en la figura del artista a un mediador o catalizador de procesos, en lugar del clásico creador o intérprete de la realidad --sea ésta real o ficticia--. Esos nuevos “modos de hacer” el arte atraviesan una época de esplendor tal y como podemos comprobar si analizamos la gran mayoría de propuestas existentes en torno a las artes visuales, la música, la danza, el teatro, el cine y la literatura. El artista cuenta, analiza y reflexiona sobre el mundo, y es a través de su obra por la que intentan demostrar --a sí mismo y al resto de la sociedad-- las preocupaciones que rigen el comportamiento del ser humano actual.

La indefinición, las eternas paradojas y el carácter efímero de todo cuanto nos rodea provocan en nosotros sentimientos contradictorios que necesitan una voz reflexiva. Por esa razón, y por el compromiso social --dejando a un lado el placer estético-- que ha adquirido el arte en los últimos tiempos, ese llamado “arte de acción” cobra cada vez mayor protagonismo. Además, al no pertenecer a ningún movimiento artístico concreto --aunque sí sirve de complemento para la mayoría--, esta nueva forma de expresarse resulta más accesible para muchas mentes inquietas. ¿Y qué plataformas utiliza ese “arte de acción”? Entre las múltiples formas de expresión del arte de acción figuran el ‘happening’, la performance, el ‘environment’ y la instalación. En este sentido, el proyecto expositivo ‘Avecindamientos discretos’ es puro arte de acción. El concepto prima pero necesita de una audiencia “activa” para lograr su objetivo: crear una opinión pública.

Las obras de los artistas Cesare Pietroiusti, Antonio Ortega, Bernard Bazile y Denicolai & Provoost, son claros ejemplos de esa persecución por crear un espacio reflexivo. Todos y cada uno de los proyectos huyen de la posición elitista del arte y del artista, más bien todo lo contrario; intentan que la sociedad castellonense y la ciudad en sí forme parte de sus proyectos.

El arte de acción pierde el interés por las tradicionales connotaciones de estilo, valor y aura que acompañan al objeto artístico. Los artistas de la exposición del EACC también quieren distanciarse de esa etiqueta, ya que la conciencia social es mucho más atractiva e interesante. Interesa el contexto, el entorno en el que vivimos, el espacio público y privado, las costumbres, los distintos modos de pensamiento, la organización y estructura social por la que nos regimos... Y todo ello para comprender mejor el mundo y la condición humana, aunque ello suponga crear una serie de conflictos. ‘Avecindamientos discretos’ busca un diálogo en el que todos puedan dar su opinión acerca de lo que entienden por arte y, por supuesto, sobre la visión que tienen del funcionamiento actual de la sociedad.

Este “otro arte” resulta de una interrelación entre el artista y el espectador, que se da incluso en el momento de creación artística. De este modo, se crea un vínculo especial al formar parte de una obra viva. El movimiento es vida, y el arte necesita mostrar esa vitalidad mediante sus expresiones. Un arte activo.

Imagen de la performance 'Taller de lentitud extrema' de Cesare Pietroiusti