Dos románticos (artículo de prensa)

Sentimiento y emoción. Esas son las bases del Romanticismo. La música de este periodo busca la espontaneidad, la exuberancia y la pasión, a diferencia del clasicismo, en que se busca la serenidad, la claridad, el equilibrio, la mesura y la calma. Es en esta época cuando se observan tres hechos que, a la postre, resultarán de vital importancia en el transcurso de la historia de la música. El protagonismo que alcanzó el piano, es el primero de ellos. El rey de los instrumentos en el siglo XIX fue, sin duda, el más valorado por los compositores, que creaban obras de un alto grado de complejidad. El segundo de los acontecimientos tiene que ver con la evolución de la técnica musical llevada a cabo por los “virtuosos”, esos habilidosos instrumentistas como el violinista Paganini, que hicieron auténticas proezas. Por último, la conciertos públicos serán otro de los aspectos de este periodo. Robert Schumann, Frédéric Chopin y Franz Liszt, los tres compositores que tuvimos la oportunidad de escuchar en el Auditori de Castelló de la mano de Maurizio Moretti, cumplen todos y cada uno de los requisitos. Todos ellos fueron auténticos amantes de las teclas blancas y negras. Excelentes músicos y compositores de gran intensidad lírica que nos han legado obras fascinantes.
En este 2010 se celebra el año de Schumann y Chopin. Por ese motivo, y para devolverles de algún modo el favor que nos hicieron al crear tales maravillas de la melodía, en el segundo centenario de su nacimiento la sociedad musical europea y mundial se ha unido para conmemorar tal efeméride programando conciertos específicos sobre estos dos autores con mayúsculas. Un alemán y un polaco. Dos hombres que se caracterizaron por la sonoridad delicada de sus piezas y por sus vidas trágicas. Aires de misterio, inspiraciones atormentadas, refinamiento... todos ellos temas típicos del ideal Romántico. Y es que los dos compositores, tanto en su vida como en su obra, estuvieron plenamente inmersos en la naturaleza romántica, siempre envuelta en la pasión, el drama y, finalmente, la tragedia.
El Romanticismo favorecía ante todo la supremacía del sentimiento frente a la razón, del liberalismo frente al despotismo ilustrado, de la originalidad frente a la tradición grecolatina, de la creatividad frente a la imitación neoclásica y de la obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada. Schumann y Chopin entendieron esto a la perfección y practicaron con el ejemplo. Ambos autores despreciaron el materialismo burgués y preconizaron el liberalismo en política y el amor libre --sus relaciones personales hablan por ellos--.

Robert Schumann y Frédéric Chopin

Comentarios

Esther ha dicho que…
Me quedo con los dos, Schumann y Chopin. Me hubiera gustado ir al concierto, últimamente escucho poca música clásica. Romanticismo frente a Clasicismo. Toda mi vida he sido Romántica, ahora soy Clásica, por qué será? je je je je Los años no pasan en balde. Ahora busco la serenidad, el equilibrio, la calma. Sigo teniendo un punto rebelde y espontáneo. Hay que jugar con los contras.

Saludos de viernes. Hoy marcho a Dénia de finde.
Eric GC ha dicho que…
Hola Esther! Serenidad, equilibrio, calma... Qué maravilla! Reconozco que a mi me entusiasman todos los periodos de la música clásica (exceptuando la experimental atonal del siglo XX, que no acabo de comprender).

Disfruta en Dénia, descansa y aclara la mente para esa exposición magistral con la que triunfarás. Besos.
Claire ha dicho que…
Leí una vez en un artículo, que todo buen pianista tiene que estudiar y practicar el álbum para la juventud de Shumman,ya que es la base para adquirir esa agilidad y comprender el por qué de sus creaciones.

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