Cuando los secretos se vuelven contra nosotros (reseña literaria)
Dicen de él que quizá sea el novelista más misterioso del siglo XX. El propio Isaiah Berlin lo consideraba uno de los narradores que mejor comprendió la verdadera faz del comunismo. Y falleció en España en 1958. ¿Extraño? Puede que un poco sí. Todo tiene una explicación, aunque ha costado sudor y lágrimas el poder encontrarla. La vida del pintor, escritor y brigadista británico Humphrey Slater es digna de sus novelas y bien podría haberse llevado al cine, pues en ella hubo acción, intrigas políticas y misterio. Su muerte está rodeada de ese halo de romanticismo que acompaña a personajes tan complejos y completos como el británico, comunista desengañado, miembro de las Brigadas Internacionales y combatiente en la Guerra Civil española. Slater fue un autor capaz de crear dos obras emocionantes como El hereje y El conspirador --en la que nos hemos enfrascado--, ambas rescatadas por la editorial Galaxia Gutenberg.
Este redescubrimiento ha sido fruto de una investigación constante por saber quién fue este hombre que nos dejó como legado este relato acerca de la lealtad y la traición, como es El conspirador --que por cierto, fue llevada a la gran pantalla con Elizabeth Taylor y Robert Taylor como protagonistas--. Escrito con una prosa irónica y mordaz, muy propia del sentido del humor inglés, esta novela de acción nos sumerge en una historia de amor bucólica que, sin esperarlo el lector, se trunca de forma inesperada. Harriet, la protagonista de esta historia, es una joven inglesa que se casa con un comandante del ejército. Ella, cándida e inocente, ve en su marido un hombre inteligente, caballeroso, digno de admirar. Sin embargo, poco a poco la joven --menos inocente que al principio-- empieza a dilucidar cuál es el verdarero rostro de su marido: militar de forma secreta en el Partido Comunista y proporciona información militar a los soviéticos. Cuando Harriet descubre esta traición se convierte en una molestia para la operación de espionaje de los rusos en Londres, y su marido recibe la orden de liquidarla antes de que cree más problemas. Intrigas inquietantes, ocultamientos, secretismo, vergüenza... Esta es, sin duda, una lectura absorvente que reclama toda nuestra atención, al igual que la vida del propio autor.
Espiado por los servicios de inteligencia británicos, escritor olvidado hasta la fecha, el misterio Slater resulta uno de los más confusos de la historia literaria reciente. Descubrir a Humphrey Slater resulta toda una aventura.
Este redescubrimiento ha sido fruto de una investigación constante por saber quién fue este hombre que nos dejó como legado este relato acerca de la lealtad y la traición, como es El conspirador --que por cierto, fue llevada a la gran pantalla con Elizabeth Taylor y Robert Taylor como protagonistas--. Escrito con una prosa irónica y mordaz, muy propia del sentido del humor inglés, esta novela de acción nos sumerge en una historia de amor bucólica que, sin esperarlo el lector, se trunca de forma inesperada. Harriet, la protagonista de esta historia, es una joven inglesa que se casa con un comandante del ejército. Ella, cándida e inocente, ve en su marido un hombre inteligente, caballeroso, digno de admirar. Sin embargo, poco a poco la joven --menos inocente que al principio-- empieza a dilucidar cuál es el verdarero rostro de su marido: militar de forma secreta en el Partido Comunista y proporciona información militar a los soviéticos. Cuando Harriet descubre esta traición se convierte en una molestia para la operación de espionaje de los rusos en Londres, y su marido recibe la orden de liquidarla antes de que cree más problemas. Intrigas inquietantes, ocultamientos, secretismo, vergüenza... Esta es, sin duda, una lectura absorvente que reclama toda nuestra atención, al igual que la vida del propio autor.
Espiado por los servicios de inteligencia británicos, escritor olvidado hasta la fecha, el misterio Slater resulta uno de los más confusos de la historia literaria reciente. Descubrir a Humphrey Slater resulta toda una aventura.
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